
Al igual que la vivienda --que ha sido situada por el Gobierno de Pedro Sánchez como tema central de las últimas semanas— , la inmigración supone una de las mayores preocupaciones de los españoles. De hecho, en septiembre del pasado año salió a la luz una encuesta del CIS de José Félix Tezanos, en la que la inmigración era situada por el organismo como en el principal problema de los españoles superando otras cuestiones como el desempleo o la vivienda.
Esta percepción negativa de los españoles sobre la inmigración se debem, en gran parte, a la creciente inseguridad que se vive en las calles, principalmente en Cataluña, que es el lugar de España con más presos extranjeros. Entrando en detalle, desde 2022, más del 50% de los presos que se encuentran en cárceles catalanas, son de origen extranjero, principalmente del Magreb.
Recientemente, en otra encuesta sobre inmigración realizada por Funcas, el 45% de los catalanes opinan que ya se ha alcanzado el límite de inmigrantes que pueden ser admitidos en la región, mientras que en la capital de España la cifra se reduce al 33% de los madrileños. En el conjunto de España, el 37% de los ciudadanos cree que España no debe abrir las puertas a más inmigrantes de otras razas, culturas o religiones.
Esta creciente preocupación por parte de los catalanes se ha podido ver reflejada en las pasadas elecciones catalanas en mayo de 2024, en las que la inmigración se convirtió en uno de los temas centrales de los comicios y tras las que la formación independentista Alianza Catalana consiguió entrar en el Parlamento Catalán con un marcado discurso anti-inmigración.
Deben adaptarse
Respecto a la integración de los inmigrantes que residen en territorio español, más de la mitad de los españoles, concretamente el 55%, sostiene que los inmigrantes deben adaptarse a las costumbres y tradiciones españolas para ser plenamente aceptados.
Por último, en esta encuesta de Funcas, las diferencias de opinión según el sexo, la edad o el nivel educativo son prácticamente inexistentes. Sin embargo, se aprecia una gran diferencia en la percepción de la inmigración según la ideología política. En concreto, el apoyo a la diversidad alcanza el 95% entre los votantes de izquierda, mientras que desciende al 51% entre aquellos que se sitúan en la derecha.