Dos meses y dos prórrogas. La Mesa del Congreso ha aceptado a trámite la proposición no de ley presentada por Junts, que insta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a someterse a una cuestión de confianza. Este primer gesto hacia Junts llega después de haber aplazado la decisión en dos ocasiones. Se trata de una estrategia para apaciguar al socio independentista del Gobierno, con el objetivo de reconstruir puentes y evitar un adelanto electoral. Además, coincide con las negociaciones en curso con Sumar, donde Yolanda Díaz busca convencer a los de Carles Puigdemont para que respalden la reducción de la jornada laboral, con la intención de obtener una victoria legislativa.
El Gobierno de coalición solicitó a Junts una reformulación técnica para aclarar que la PNL no impone ninguna obligación a Pedro Sánchez, a cambio de un acuerdo clave entre el PSOE y Junts para sacar adelante un nuevo decreto ómnibus, con la condición de que solo se incluyan cuestiones sociales tras la caída del decreto ómnibus el pasado 22 de enero que evidenció nuevamente la debilidad parlamentaria del Ejecutivo.
El Congreso debatirá el 'miniómnibus' en el pleno del próximo miércoles 12 de febrero, mientras que la petición de Junts no llegará al Pleno hasta el 25 de febrero o el 11 de marzo.
En el primer documento del 9 de diciembre, Junts solicitaba que "el Congreso de los Diputados inste al presidente del Gobierno español a plantear una cuestión de confianza". Sin embargo, la semana pasada reformularon la redacción del texto hacia una versión más moderada: "El Congreso insta al presidente del Gobierno español a considerar la posibilidad de plantear una cuestión de confianza, conforme a la prerrogativa que le otorga la Constitución, teniendo en cuenta el carácter político, sin vinculación jurídica, de esta iniciativa", exige Junts en el nuevo documento que previsiblemente se debatirá en primavera.