El Partido Popular se vuelca en denunciar el caso Jéssica, la prostituta pagada por José Luis Ábalos con dinero público y que coloca a la izquierda frente al espejo de sus propias contradicciones coincidiendo con este 8-M, Día Internacional de la Mujer, y que es especialmente simbólico para PSOE, Podemos o Sumar, envueltos en escándalos como este, el del Tito Berni, el de Errejón o el de Monedero.
El próximo martes, el grupo dirigido por Alicia García interpelará a varios ministros por este asunto en la sesión de control del Senado, después de que el partido registrara la semana pasada en el Congreso la petición de comparecencia de los ministros Óscar Puente y Luis Planas para que den explicaciones por los contratos públicos con la ahora madame.
La senadora Ana Beltrán preguntará, precisamente, al ministro de Transportes "si es habitual colocar a señoritas de compañía en empresas públicas", mientras que la senadora Carmen Belén López interpelará al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación para conocer "si es costumbre utilizar el dinero de todos los españoles para pagar favores".
García critica que al mismo que tiempo que el PSOE defendía abolir la prostitución, Ábalos contrataba el servicio de mujeres de compañía. "La declaración de Jéssica ante el juez ha dejado claro que pagar prostitutas con dinero público es marca de la casa PSOE", asegura, recordando que, además de contratarla en empresas públicas y llevarla a viajes oficiales, le pagaba un piso de 2.700 euros al mes con dinero público.
El PP acude este sábado a la manifestación en Madrid con motivo del 8-M pero aprovechará su presencia para denunciar todos estos casos y hará declaraciones, precisamente, desde la Plaza de España, donde concluye la marcha, coincidiendo con la ubicación del piso que tenía Jéssica a costa de todos los españoles.