El caso Jésica, la prostituta que José Luis Ábalos colocó en dos empresas públicas, acecha al PSOE. Su enchufe no es el único y el PP ha decidido ampliar la lista de comparecientes en la Comisión de Investigación del Senado para incluir, además de a Jéssica, a otras tres mujeres que el exministro habría colocado en empresas dependientes de Transportes. Se trata de Claudia Montes, Nicole Neasccu y Andrea de la Torre.
Para sacudirse las responsabilidades, el ministerio de Transportes de Óscar Puente ha encargado un extenso informe en el que pretende dilucidar qué hacía Jésica Rodríguez en Ineco y en Tragsatec. Según el Gobierno, la "amiga" de Ábalos habría fichado 212 horas de trabajo y existirían correos en la que explicaría su situación en la empresa, su labor o incluso detallaría las pausas para la comida. "Ella no estaba al margen", sentencian fuentes gubernamentales que disparan ahora contra la prostituta que ofrecía sus servicios por catálogo mientras estudiaba deontología.
Todas estas pruebas, que el Ejecutivo está recopilando en un informe contradicen lo que Rodríguez afirmó ante el Supremo. Ante el magistrado Leopoldo Puente, detalló que consiguió el contrato tras una breve entrevista y que no tuvo que realizar ni una sola labor en los dos años en los que estuvo contratada en esta empresa pública bajo las órdenes de Joseba García, el hermano de Koldo García.
En el Gobierno creen que, si no fue Jésica, la que estuvo fichando en la plataforma virtual de Ineco, tal y como afirmó ante el Alto tribunal, es alguien que entró al sistema informático con su nombre y DNI. Algo que constituiría un delito. Las indagaciones del ministerio todavía no se han cerrado y ahora están dilucidando si cargó comidas a cuenta del erario público y sus movimientos en las empresas públicas. Lo que sí admiten es que, tras este caso, "habrá que modificar los controles" para otro tipo de contrataciones.
A la par que Jéssica estaba en dos empresas públicas, la prostituta disfrutaba sin pagarlo de un piso de alquiler de 2.700 euros mensuales en Plaza de España. Unas condiciones ventajosas que se extendieron en el tiempo ya que, pese a que la relación finalizó en 2019, no fue hasta 2022 cuando se le dejó de abonar el alquiler.
Durante los dos años de "relación", esta misteriosa mujer acompañó a Ábalos en más de 15 viajes oficiales entre 2019 y 2020 a destinos como Londres, Moscú o Abu Dhabi y en las que, según afirmó ante el Supremo, era Ábalos "el que pagaba todo".