Después de que el semanario francés Le Point desvelara esta semana que Óscar López amenazó a Vivendi en París para que vendiera sus acciones en Prisa a empresarios afines, el ministro de Transformación Digital vuelve a negar la mayor y aprovecha la ocasión para arremeter una vez más contra el PP.
"Este Gobierno no presiona a ningún medio de comunicación. Más bien, al contrario. Fueron otros los que alimentaron guerras mediáticas en el pasado", insiste López en una entrevista concedida a Infolibre, en la que, si bien reconoce que vio a los directivos de Vivendi y habló con ellos en el marco de una cumbre sobre IA, "nunca se produjo una reunión para presionar".
Sobre la curiosa presencia del presidente de Telefónica en dicho encuentro —empresa que formaría parte del chantaje, por la relación con Movistar—, el ministro viene a decir que fue una mera casualidad: "Por supuesto que no fue una reunión a tres bandas. Nos cruzamos luego con el presidente de Telefónica". E insiste: "No hubo una reunión como tal. Si cada vez que alguien me ve con un directivo de un medio especula sobre el contenido, no acabaríamos nunca. Me reúno con todos los grupos. Ahora bien, lo que provoca sonrojo son las guerras mediáticas que algunos tratan de alimentar".
El que fuera jefe de Gabinete de Pedro Sánchez continúa así tratando de imponer su relato en medios afines. "Nadie nunca podrá decir que he presionado a un medio de comunicación. Es mentira, pero así se construye un bulo", repite una y otra vez, mientras intenta enmarañar a los populares. "El PP utilizó Telefónica en el pasado. Primero, para la compra por parte de unos accionistas concretos de una emisora, que era Antena 3. Luego la utilizó en paralelo para intentar hundir a Prisa (…) El PP ha hecho esto siempre. Este Gobierno jamás ha presionado a un medio", reitera sin sonrojarse.
Sobre la comparecencia solicitada por el PP para aclarar el asunto, vaticina que "va a acabar rápido" y asegura que, en todo caso, le dará "una excelente oportunidad para contar lo que sí ha hecho el PP: amenazar a periodistas y medios, financiar a pseudomedios e intervenir como hizo en el pasado". Sin embargo, obvia los hechos que apuntan al intervencionismo de este Gobierno: las maniobras en Prisa, que no son nuevas, el asalto a RTVE o la larga lista de leyes que el Ejecutivo planea aprobar este 2025 para amedrentar a la prensa bajo la amenaza de multas millonarias.
Sobre todas estas normas, insiste en que su objetivo es reforzar "el pluralismo y la independencia de los medios"; una independencia que, sin embargo, parece escocer al Gobierno: "Si algo podemos ver todos los días, es que el 80% de los tertulianos, de la opinión publicada y de los medios son críticos con el Ejecutivo. Lo llevamos con toda naturalidad, cuando las personas que nos consideramos progresistas representamos el 50% de la población".
Con todo, López vuelve a cargar contra los "pseudomedios digitales" que "brotan como setas" y los que considera antidemócratas renovados. "La democracia tiene viejos enemigos con nuevas herramientas", dice. Frente a su propósito, insiste, "el Gobierno va a proteger la libertad, la independencia y el pluralismo de los medios".