La misma historia del supuesto plan de ayudas por las inundaciones de Valencia. Y la misma racanearía. No sólo es que Pedro Sánchez responda a los aranceles de Donald Trump con más proteccionismo. Es que encima anuncia un plan de ayudas de 14.100 millones de los que 6.000 millones son líneas ICO con préstamos a devolver y 6.700 millones corresponden a medidas viejas ya anunciadas. Todo un alarde de respuesta falsa y hasta perjudicial en la parte proteccionista.
El Gobierno llevaba una semana hablando de un megaplan de combate contra los aranceles de Trump. Y ha parido un ratón con avales ICO por valor de 6.000 millones, un fondo de inversión industrial de 200 millones, un mecanismo similar a los ERTE de la pandemia para que las empresas despidan ante las previsibles pérdidas sin que se note demasiado y nada menos que 6.700 millones de medidas que ya habían sido vendidas.
El Gobierno ha lanzado ya su súper plan de respuesta y relanzamiento comercial contra los aranceles anunciados por Trump. La cifra total suena a algo: 14.100 millones de euros. Pero el desglose recuerda a lo de siempre: sólo 7.400 millones de euros son realmente de nueva financiación porque 6.700 millones realmente responden a instrumentos ya existentes de financiación y supuesto apoyo a la actividad empresarial.
El grueso de las partidas se concentra en "dos líneas de avales". La primera de 6.000 millones de euros. La segunda de 5.000 millones, que se pretende financiar con fondos europeos. Traducido: que casi la mitad de ese grueso, Sánchez pretende que vaya contra fondos comunitarios.
Ayudas ICEX para pymes afectadas
Otro de los mecanismos diseñados, por ejemplo, se materializará por medio de ayudas gestionadas desde el ICEX (Instituto de Comercio Exterior) con el objetivo de lanzar a pymes perjudicadas por los aranceles de EEUU para que puedan penetrar en nuevos mercados. Esa partida contará con 500 millones. La falta de una memoria económica detallada de este plan del Gobierno impide analizar el realismo de medidas como esta, porque habrá que ver cuántas de estas pymes tocadas por la pérdida de su red de exportación en EEUU están en disposición de crear un nuevo esquema en otros mercados con unas ayudas tan limitadas.
Pedro Sánchez, por su parte, ya había asegurado que, frente al plan de Estados Unidos de imponer aranceles a la Unión Europea, "deberemos responder con decisión" y "Europa se defenderá actuando con rapidez, proporcionalidad y unidad". El presidente ha reiterado su "llamada a la Administración estadounidense a que recapacite, a que dialogue con la Comisión Europea y a que detenga este sinsentido", pero hace una semana aseguró que actuaría con rapidez, porque "el Gobierno estará al lado de nuestros agricultores, de nuestras empresas y de nuestra gente, desde el primer momento", "con el desarrollo de un Plan Nacional de Contingencia para ayudar a los sectores más afectados"; con proporcionalidad, porque "una guerra comercial no beneficia a nadie; y perjudica a todos, sobre todo, a los más débiles", y con unidad, porque "responderemos de forma coordinada con nuestros socios europeos".
Lo cierto es que este plan suena a cualquier cosa menos a un apoyo decidido a nada. Y si lo es a algo, es a un mayor proteccionismo. Y es que, más que la extensa comparecencia de Sánchez para explicar su súperplan, que eligió la sala Tapies de Moncloa reservada para grandes ocasiones, llamó la atención la campaña que ha decidido lanzar como respuesta al ataque al libre comercio de Trump. Su eslogan es "Compra lo tuyo, defiende lo nuestro", un lema proteccionista por completo cuando se suponía que iba a criticar la deriva contra el libre mercado del Gobierno estadounidense.
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