El Ayuntamiento de Reus (gobernado por el PSC) ha organizado un taller de ‘educación sexual’ para niños de Primaria. La actividad, enmarcada en el programa del quinto Consejo de la Infancia, ha reunido a un grupo de "consejeros y consejeras", niños de unos 10 años, de quinto de Primaria, para debatir sobre cómo "mejorar la salud sexual en la ciudad".
El Ayuntamiento presumió de este taller sexual en redes sociales, donde para más inri exponen con dos fotografías a los niños que habían participado en el debate. Tras conocer los hechos, la ola de críticas de la opinión pública ha sido contundente. Muchos ciudadanos han expresado su indignación por la constante obsesión de la izquierda con los niños y la sexualidad. "¿Debatir con niños cómo mejorar la salud sexual de los ciudadanos de Reus? ¿Pero esto qué cojones es?", escribía un ciudadano.
Otros se han encendido aún más y califican al PSOE de"tarados pedófilos" o "vaya maldito manicomio". Además, muchos ciudadanos se preguntan si los padres han sido informados previamente y han dado su consentimiento para que sus hijos participen en talleres sexuales.
Illa defiende el binomio niños y sexo
No es la primera polémica y denuncia contra la izquierda por involucrar a niños en actividades sexuales. Y es que, la Generalidad de Salvador Illa está impulsando políticas sexuales en la educación en Infantil y Primaria a partir del próximo curso. La medida ha sido aprobada por la izquierda, los separatistas de ERC, la CUP y Comuns (Podemos).
Por su parte, la oposición encabezada por el PP, Vox y Aliança Catalana ha mostrado su claro rechazo a estas políticas calificadas de "adoctrinamiento ideológico, inapropiado para niños pequeños". El líder del PP catalán, Alejandro Fernández ha sido muy duro con Illa por estas medidas. "Deje en paz de una puñetera vez a nuestros niños, es una propuesta nauseabunda y siniestra".
El Ayuntamiento de Reus gobernado por el PSC organiza talleres de sexo a niños de 10 años para que trabajen como "consejeros sexuales", pero el Ejecutivo de Salvador Illa aún va más lejos y pretende imponer clases de orientación sexual y derechos reproductivos a niños de 3 años.