
Tras el lamentable espectáculo protagonizado la semana pasada por la exmujer de Koldo García, Patricia Úriz, hoy se esperaba la comparecencia en el Senado de Jéssica Rodríguez, la expareja del exministro José Luis Ábalos a la que este colocó en dos empresas públicas de la que llegó a cobrar un sueldo sin ni siquiera acudir a trabajar, tal y como ella misma confesó en el Supremo. Sin embargo, en el último minuto, la joven ha presentado un parte médico para excusar su ausencia, por lo que su interrogatorio se ha suspendido.
"Es evidente que la señora Jéssica Rodríguez García no está, y no está porque acaba de comunicar hace unos cuantos minutos que no comparece, tras presentar una documentación respecto a su estado de salud", ha informado el popular Eloy Suárez, presidente de la comisión de investigación sobre la llamada Operación Delorme.
La suspensión de esta comparecencia, que había generado una gran expectación por la gran cantidad de información destapada en los últimos días, ha provocado el enfado de los senadores de PP, Vox y UPN, quienes han exigido que la cámara verifique si efectivamente está enferma y por qué no ha avisado con más antelación.
¿Coacciones? ¿Contraprestación?
Su conveniente ausencia ha desatado todo tipo de elucubraciones, siendo el popular Alejo Miranda el único que se ha atrevido a ponerlas sobre la mesa sin rodeos: "Ojalá no se haya producido con motivo de ningún tipo de presión, de ningún tipo de coacción, connivencia y, por supuesto, ningún otro tipo de contraprestación. Ni por la trama, ni por el entorno del señor Ábalos, ni por el propio señor Ábalos, ni por el Partido Socialista ni por ningún miembro del Gobierno".
Visiblemente indignado, el senador socialista Alfonso Gil ha tomado la palabra de inmediato para anunciar acciones legales contra quienes insinúen que el PSOE ha tenido algo que ver. "Ha traspasado usted muchas fronteras, sobre todo, imputando al Partido Socialista y al Gobierno de un delito de coacción. Eso, si usted tiene pruebas, a los tribunales; y, si no las tiene, el que va a ir a los tribunales es usted", le ha espetado.
La respuesta no tardaba en llegar. "Ante el déficit de atención que ha tenido el señor Gil de mis palabras, reitero lo dicho: Esperamos que no se haya producido esta incomparecencia ni por presiones, ni por coacciones, ni por convivencia, ni por ningún otro tipo de contraprestación del entorno del señor Ábalos, de la trama, del Partido Socialista o de miembros del Gobierno —repetía Miranda, haciendo hincapié en el verbo utilizado y en que sus palabras estabas grabadas—. Esperamos que no se haya producido. Si ustedes consideran que no debo esperar eso porque saben ustedes algo más, pues les invito, por favor, a que lo pongan en conocimiento de la comisión de investigación".
La importancia del testimonio de Jéssica
El senador del PP ha insistido, no obstante, en que "estamos ante un caso de aplazamiento, en ningún caso de suspensión" y que, por tanto, se volverá a solicitar la comparecencia de la expareja de Ábalos. "Nos parece imprescindible no en su calidad de acompañante, ni de novia, ni de scort, ni de mujer elegida por catálogo, sino precisamente porque es una persona que ha recibido salarios públicos por lo menos de dos empresas públicas a las que no acudía a trabajar, como ella misma ha reconocido en el Supremo. Pero es que, además, ha recibido contraprestaciones, presuntamente, de una trama corrupta", ha dicho en referencia tanto al dinero que le daba Koldo, como al piso de Plaza de España.
Asimismo, Miranda ha hecho hincapié en la necesidad de conocer "de dónde salían los gastos de desplazamiento, de manipulación y de alojamiento en cada uno de los viajes en los que acompañaba el señor Ábalos" y subrayaba su intención de llegar hasta el final. "Vamos a continuar investigando una trama que crece y se reproduce cada día, que comenzó hablando de Koldo y del caso Koldo, y que ya hablamos del caso Air Europa, del caso de Begoña, del caso hidrocarburos, del caso del hermano, del caso de un posible fraude del IVA de las mascarillas… Y, por último, hemos conocido hace escasos días también una trama de amiguismos, de enchufismos y de novias, acompañantes o scorts en empresas públicas con salarios del Estado. No vamos a parar de investigar hasta que se sepa todo, le guste a quien le guste y caiga quien caiga".
El enfado de UPN y Vox
Antes que Miranda, la senadora de UPN ya había tomado la palabra para mostrar su "perplejidad" porque la expareja de Ábalos hubiese anunciado su incomparecencia "dos minutos antes" de la hora en que había sido citada. "Perfectamente se podía haber desconvocado esta comisión ahorrando el trabajo a todas sus Señorías y ahorrando a esta cámara también sus recursos", ha denunciado María del Mar Caballero, quien manifestaba su interés por que la joven volviera a ser citada lo antes posible "por las responsabilidades políticas que puedan surgir" fruto de su relación con el exministro.
En la misma línea se pronunciaba también el senador de Vox Ángel Pelayo Gordillo, que, además, pedía investigar la documentación aportada: "Dadas las circunstancias en las que se está moviendo y desarrollando esta Comisión, yo rogaría la mesa o más bien pido a la Mesa que analice en profundidad si verdaderamente esta señora puede ofrecer los certificados médicos que le eximan de su comparecencia hoy aquí y, en caso de que no fuera así, que la Mesa tome las medidas oportunas por incomparecencia y, por supuesto, en su caso, de traslado a la Fiscalía".
Gordillo recordaba también el dantesco espectáculo protagonizado por la expareja de Koldo y enmarcaba ambos episodios dentro de la estrategia del PSOE de obstaculizar los trabajos de la comisión de investigación. "Viendo la falta de respeto manifiesta por parte de doña Patricia Úriz, viniendo emboscada en un disfraz, o de esta señora no compareciendo y otras peripecias que se han dado, yo ruego al Grupo Socialista que respete también los trabajos de esta comisión y se abstenga en lo sucesivo de estar continuamente cuestionándolos".
Al igual que la intervención del PP, la de Vox también provocaba el enfado de Alfonso Gil. "Acusarnos de haber matar a Kennedy, pues es lo fácil", decía el senador socialista, quien se desmarcaba de la incomparecencia de la expareja de Ábalos y acusaba al de Vox de demostrar "poca altura parlamentaria" por deslizar tales acusaciones.
Ante la polémica suscitada, el Grupo Popular ha anunciado, por último, su intención de regular los plazos para la presentación de justificaciones para ausentarse de una comisión de investigación, así como las condiciones en las que los comparecientes deben acudir a la cámara, con el fin de que nadie vuelva a presentarse en el Senado disfrazado, como hizo la ya mencionada Patricia Úriz.
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