
En pleno caos por el apagón eléctrico de este lunes 28 de abril, que ha dejado a miles de pasajeros tirados en trenes por todo el país, la subdelegada del Gobierno en Zaragoza, Noelia Herrero, fue evacuada en un coche oficial mientras más de 700 pasajeros seguían atrapados durante horas en el mismo tren, sin agua, sin comida, sin información y sufriendo el calor del día.
El tren en el que viajaba Herrero se detuvo a las 12:45 en Plasencia de Jalón, uno de los puntos más críticos de la red ferroviaria. Hacia las 16:00 horas, un conductor oficial enviado por la Delegación del Gobierno la recogió tras caminar ella misma hasta un camino cercano. Fue trasladada al Centro de Coordinación Operativa (Cecopi) en Zaragoza para asistir a una reunión de emergencia convocada a las 17:00.
Huida premium
Desde la Delegación se ha justificado la evacuación alegando "responsabilidad institucional", dado que Zaragoza era una de las provincias más afectadas. Sin embargo, otros responsables públicos también convocados —como la consejera aragonesa de Bienestar Social, Carmen Susín— permanecieron en el tren junto al resto de pasajeros, compartiendo más de once horas de bloqueo sin ningún trato de favor.
El contraste ha generado no poca indignación. Mientras miles de personas esperaban ayuda, incomunicadas y sin recursos, la subdelegada gestionaba su escape premium sin organizar ningún tipo de asistencia para los demás. Según testigos, no se preocupó por enviar agua, alimentos ni información: solo pidió que la recogieran.
La Delegación tampoco ha negado que otro vehículo particular accediera a la zona para recoger a un familiar por razones médicas, lo que refuerza la percepción de una evacuación "selectiva" para los más cercanos al poder, mientras los ciudadanos de a pie quedaban abandonados a su suerte.
A día de hoy, el Gobierno de Pedro Sánchez no ha desmentido ni matizado los hechos, lo que ha reforzado la crítica de que, en plena emergencia nacional, algunos cargos públicos se sirvieron de sus privilegios mientras el resto del país esperaba en condiciones precarias.
Desde la oposición se ha pedido su dimisión por utilizar medios públicos y su posición institucional para un "rescate a medida" mientras los ciudadanos quedaban abandonados. A día de hoy, la Delegación del Gobierno no ha desmentido los hechos.