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Sánchez se ató al "fontanero" Cerdán pese a las sospechas en el PSOE sobre su "tren de vida demasiado alto"

En el partido ya era vox populi que el secretario de organización tenía un elevado tren de vida.

En el partido ya era vox populi que el secretario de organización tenía un elevado tren de vida.
El diputado del PSOE Santos Cerdán, durante el pleno del Congreso que se celebra este martes. | LD/Agencias

Fue el discurso más victimista del último Congreso del PSOE celebrado en Sevilla. "Van a por nosotros", proclamó Santos Cerdán durante su ratificación como secretario de Organización. En teoría, iba a presentar un balance de su gestión, pero su intervención fue una arremetida populista contra la "cacería humana" que, a su juicio, estaban sufriendo los socialistas con "mentiras" en "tertulias" y "hasta en sede judicial". Su objetivo era, una vez más, hacerle el trabajo sucio a Sánchez para que el secretario general pudiera centrarse en otros aspectos.

Cerdán no es un buen orador, y lo sabe. Consciente de sus limitaciones, durante los cuatro años que lleva en la Secretaría de Organización apenas ha ofrecido ruedas de prensa. Es el "fontanero perfecto", como lo definen algunos en el partido, justo lo que Sánchez buscaba en el partido: una persona leal, sin ambiciones gubernamentales, discreta, sin afán de protagonismo mediático.

Su adulación al líder es de tal calibre que, en un desayuno con Sánchez y otros altos cargos, llegó a pedir "lo mismo que el presidente", sin saber qué es lo que había indicado. El problema para Cerdán es que el secretario general del PSOE es amante del fitness y sus desayunos son más que frugales. Así que cuando le apareció una tosta integral y un té, su cara fue un poema.

Un ascenso fulgurante

En el partido recuerdan este "peloteo" constante y que le permitió un ascenso fulgurante: pasó de ser concejal en su pequeño pueblo navarro, Milagro, a formar parte de la Ejecutiva en Ferraz, con un breve paréntesis en el Parlamento de Navarra. Solo había sido parlamentario autonómico durante tres años, pero tuvo la visión de acercarse a Sánchez tras su defenestración.

Santos fue, junto con José Luis Ábalos y Adriana Lastra, uno de los pocos que estuvo en el Peugeot. También fue él quien introdujo a Koldo García, un militante de base que conocía "de la fiesta de la rosa" y que había trabajado como portero en prostíbulos. En un principio, entró como personal de seguridad y ayudante. Más tarde, le encargaron custodiar las cajas con los avales. Todo bajo la atenta supervisión de Cerdán.

Una vez que Sánchez, contra todo pronóstico, gana las primarias, Koldo y Santos Cerdán entran en la Secretaría de Organización. El primero como ayudante de José Luis Ábalos; el segundo, como lugarteniente del secretario de Organización en Ferraz. "Eran uña y carne", desvelan algunas fuentes.

Desde Madrid, Cerdán continuó siguiendo de cerca la política navarra, siendo uno de los artífices del acuerdo con Bildu que permitió a la socialista María Chivite acceder al Gobierno foral. Iba sumando galones para Sánchez y, cuando Ábalos accede al Ministerio, Cerdán comienza a controlar toda la Secretaría de Organización. Es entonces cuando surgen los choques con Adriana Lastra, por ese momento vicesecretaria general.

Una vida a todo lujo

También comienzan las sospechas sobre su "tren de vida demasiado alto", según desvelan en el partido, dado que su mujer era ama de casa y la familia Cerdán sólo se sostenía por su sueldo de diputado raso, 3.142 euros al mes, y las dietas por ser diputado de fuera de Madrid, 2.000 euros.

Pese a que son ese sueldo debía mantener a la familia y a su hija, Cerdán empieza a frecuentar buenos restaurantes. Su favorito es "La Manduca de Azagra", donde su plato estrella, los pimientos de cristal, cuesta 55 euros. "Allí estaba todo el santo día", desvelan fuentes del partido que recuerdan que sus sobremesas se prologaban hasta las 5 o 6 de la tarde con otros cargos del partido u amigos. A la vez, empieza a recibir visitas de amigos "y empresarios" en bares cercanos a la sede de Ferraz, donde les invita a gin tonics o entraba con frecuencia en el ministerio de Transportes con Ábalos.

También decide tener un sastre que le hace ropa a medida en The Bundclub cuya tarifa mínima son 449 euros o inicia reformas en su casa de Milagro, aparecen los buenos coches, algún reloj de lujo y un ático de 120 metros cuadrados con terraza en una de las calles más codiciadas de Argüelles. Según desvela el propio Santos a los conocidos en el partido era "un alquiler con opción a compra". Ahora, en el partido tratan de encajar ahora las piezas aunque creen "firmemente" que Sánchez nunca percibió las sospechas que eran vox populi en el seno de la formación.

En 2021, tras la caída en desgracia de Ábalos, Santos Cerdán queda como secretario de Organización. La duda es quién comienza a filtrar noticias sobre la vida sórdida de que fuera todopoderoso hombre fuerte del partido y no pocos empiezan a mirar su lugarteniente, ya que conocía todos sus secretos.

La pelea por el control del partido se intensifica y, en apenas un año, aprovechando su embarazo, Adriana Lastra dimite al entender que ha perdido la confianza de Sánchez. A partir de ese momento, comienza una purga en el seno del partido y Cerdán busca eliminar cualquier rastro de la vicesecretaria general.

Le pide a Sánchez que sustituya al portavoz del partido, Felipe Sicilia, por la ministra de Educación, Pilar Alegría, por la que Cerdán siente una especial predilección. Más tarde, con la colaboración del secretario general de Jaén, Paco Reyes, lo elimina de las listas. También impone a uno de sus más leales, Javier Alfonso Cendón, para que encabece la candidatura por León, por delante de la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández.

Cerdán hace y deshace las listas de 2023. Solo pierde algún pulso en Castilla-La Mancha, con Emiliano García-Page. En el resto, es un PSOE completamente sanchista, salvo alguna excepción en Toledo. No solo ha eliminado a los adrianistas; también, por ejemplo, a los partidarios de Lambán, y ha reducido al mínimo la influencia de García-Page.

Tras esta purga y después de las generales —al retener un Gobierno que muchos daban por perdido— Santos asciende a la liga de los negociadores. El secretario de Organización es el encargado de hacerle el trabajo sucio a Sánchez. Se reúne con Carles Puigdemont, bajo la mirada de una urna del referéndum ilegal. También negocia con el prófugo y firma el acuerdo de investidura. Lo hizo con una interlocución constante con la Moncloa y con Félix Bolaños enviándole borradores de la ley de amnistía.

Fue Santos quien dibujó para el líder separatista una especie de mapa de círculos interconectados con lo que era negociable y lo que no. Según esta teoría, la amnistía era posible, pero el referéndum estaba fuera de lugar. Tras varios días en Bruselas, firma el acuerdo de investidura con Jordi Turull, el segundo de Puigdemont.

El fin de lo bueno

A partir de aquí, comienza una nueva vida. Su "dolce vita" se ve interrumpida ya que le comienzan a recriminar en la calle su pacto con Junts y con los proetarras. Es el precio que tiene que pagar por dejar de ser anónimo. El fontanero ya es una figura conocida. Cerdán empieza a tener problemas en restaurantes y empieza a dejar de lado sus festines. Incluso le pide a Interior un escolta. A cambio, gana relevancia en el partido y comienzan sus continuos viajes a Suiza para negociar con los separatistas catalanes.

También surgen las primeras acusaciones de corrupción. La primera, al asistir en una fiesta en la sala "La Carmela" con el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Cuberlo, alias El Tito Berni. La jueza sigue investigando si estas celebraciones, que en ocasiones acababan en prostíbulos, los pagaban empresarios a cambio de adjudicaciones. A los pocos meses, el empresario Víctor de Aldama señaló al propio Santos Cerdán ante el magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Fue el pasado mes de noviembre. El "nexo corruptor" desveló la existencia de un sistema de corrupción del PSOE para cobrar mordidas ilegales derivadas de adjudicaciones públicas denominadas "cupos".

Además, aseguró que Santos Cerdán percibió una comisión de 15.000 euros en un sobre en un bar frente a la sede socialista de la calle Ferraz. Al ser preguntado por este asunto en los pasillos del Congreso, el propio Santos Cerdán lo negaba visiblemente nervioso. Pese a las sospechas sobre su tren de vida o estas acusaciones de corrupción, Sánchez lo reelige como secretario de organización en el Congreso del PSOE celebrado en Sevilla. El líder socialista se ató a Cerdán pese a que ya era vox pópuli su elevado tren de vida.

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