
"¿En qué momento se jodió el Perú?", se preguntaba Vargas Llosa al inicio de Conversación en La Catedral. Aquella frase, lanzada en 1969, era una invitación a indagar cuándo y por qué una sociedad deja atrás sus aspiraciones para hundirse en la crisis, la resignación y la mera supervivencia. Hoy, muchos se hacen una versión local de aquella pregunta: "¿En qué momento se jodió el sanchismo?". La respuesta parece clara: cuando Pedro Sánchez decidió edificar el partido sobre Santos Cerdán y José Luis Ábalos.
El 22 de mayo de 2017, Sánchez ganó con contundencia las primarias frente a Susana Díaz. Las fotos de la celebración son elocuentes. A su derecha, el diputado por Valencia. A su izquierda, un navarro que había sido teniente de alcalde de su pueblo, Milagro, y que acababa de entrar en el Parlamento de Navarra. Sánchez había derrotado al statu quo del PSOE con un grupo de leales sin apenas experiencia. En el Congreso posterior, decidió premiarlos: Ábalos fue nombrado secretario de Organización y Cerdán, su adjunto.
Fue entonces cuando Ábalos pidió a Cerdán un militante leal, con "dedicación absoluta". Quería un chófer, y los contratos en Ferraz eran muy favorables para el trabajador. Cerdán pensó en un paisano suyo: Koldo García. No era un desconocido. Ya les había ayudado con la custodia de los avales. Su experiencia como portero de prostíbulos acabaría siendo útil para Ábalos, que lo convirtió en su guardaespaldas.
La llegada de Koldo a Ferraz no pasó desapercibida. Sus modales de "macarra" y su costumbre de subir incluso a la planta noble del partido levantaron sospechas entre empleados y dirigentes. Fue también la época dorada de la relación entre Cerdán y Ábalos. El navarro llegó a invitar al valenciano y a su mujer a disfrutar de los Sanfermines en Pamplona.
Pero la luna de miel duró poco. Meses después, Sánchez accedía a La Moncloa tras la moción de censura y Ábalos asumía el Ministerio de Transportes. En el entorno del valenciano comenzaron a crecer las suspicacias: consideraban que Koldo era una influencia tóxica e incluso temían que actuara como espía al servicio de Cerdán.
Una teoría que durante años sonó descabellada, pero que hoy aparece reflejada en el informe de la UCO:
"Su motivación habría radicado en contar con un acceso directo al secretario de Organización del PSOE a través de Koldo. No obstante, no estaría siendo de su agrado que éste estuviese desarrollando una fuerte lealtad hacia Ábalos", concluye la Guardia Civil.
Una de las pruebas clave es un audio transcrito en el informe, en el que Patricia Uriz, pareja de Koldo, le dice:
"Y luego el Pequeño (Santos) queriendo que le cuentes cosas para poder venderte. Al menos creo que Barriguitas (Ábalos) te trata mejor".
A partir de ahí, los recelos aumentan. A las comisiones presuntamente cobradas en adjudicaciones con Acciona, se suman las gestiones junto a Víctor de Aldama. Aun así, Santos seguía acudiendo al Ministerio de Transportes a despachar con Ábalos, supuestamente, sobre asuntos del partido. Esa era la versión que se daba en Ferraz. Aunque, poco a poco, el secretario de organización y su número dos se van distanciando.
Poco después, los rumores sobre Ábalos comienzan a aflorar dentro del PSOE. A su divorcio se añaden cuestiones más turbias sobre su vida privada. La información llega a Sánchez, quien opta por destituirlo como ministro y como secretario de Organización. Algunos detalles trascienden fuera de Ferraz, aunque nadie sabe exactamente quién los filtra. Algunos señalan a Santos Cerdán, que los habría conocido a través de Koldo.
Es en ese momento cuando el navarro asciende al cargo de secretario de Organización. La relación entre ambos se deteriora de forma definitiva. Cerdán ya ni siquiera invita a Ábalos al ático que ha conseguido en Moncloa. Hasta entonces, según la UCO, vivía en un apartamento de 40 m² en una calle cercana, pagado por "Servinabar". A partir de su ascenso, empieza a recibir en casa a unos pocos cargos del partido y afirma haber reformado su nuevo piso de 100 m² porque, como presume ante otros colegas, tiene "alquiler con opción a compra". También llama la atención su tren de vida, así como las pretensiones económicas de su esposa, que no trabajaba.
Santos mantiene el contacto con Koldo. El informe revela que se reunieron "en más de una ocasión para discutir sobre el dinero pendiente de abono derivado de adjudicaciones realizadas en su etapa en el ministerio". Luego, se distancia y el ex portero de discoteca llega a recriminarle que estuviese un año sin cogerle el teléfono. "Me avisaron de que te iban a imputar", asegura en 2023, en una de sus últimas conversaciones.
Mientras tanto, Ábalos pasa a ser un proscrito en el PSOE, aunque retiene su escaño como diputado. Algunas fuentes aseguran que Cerdán traicionó a su antiguo jefe para desviar el foco hacia el ministro y ocultar su responsabilidad en la trama. Todo a la par que gobierna con mano de hierro Ferraz, despidiendo a trabajadores y asesores mientras los sustituía por leales. "Tenía miedo de que lo descubriéramos", tercia un ex empleado de la sede. Lo que no imaginaba Cerdán es que también le espiaban a él. Koldo grababa a todos. Todo el tiempo. El espía doble.