En su misiva, Sánchez propone que se contemple una excepción para España o que dicho objetivo pase a ser opcional. La postura del Ejecutivo contrasta con el compromiso firme de otros aliados y refuerza las dudas sobre el grado de implicación del Gobierno español en el seno de la OTAN.
El planteamiento llega en un momento de creciente tensión internacional y pone en cuestión el papel de España como socio fiable en materia de defensa colectiva, en un contexto en el que los países del entorno refuerzan su inversión militar ante nuevas amenazas globales.