
Libertad Digital ha accedido a los archivos centrales de la cloaca. Un drive plagado de carpetas que prueban el seguimiento o investigación de jueces como Marchena, Biedma o Peinado, de fiscales anticorrupción como Grinda o Luzón, de agentes de la UCO como el teniente coronel Balas o de otros policías que han intervenido en operativos judiciales que han generado la preocupación del PSOE y del Gobierno. Pero, como ya ha publicado Libertad Digital, esos archivos reservaron un espacio para medios de publicación críticos con el Gobierno -de esos que no deja de insultar Pedro Sánchez- de los que consideraba la cloaca que había localizado puntos débiles explotables.
Dossier de los medios críticos con la corrupción del PSOE
"Foto actual de los medios", señala ese dossier. Habla de "El Confidencial, a la venta con una expectativa de precio de 50-60 millones. Gana tres millones al año". También del "Grupo Joly, está arruinado y a la venta. Está como loco por vender. Una operación que costaría entre 10-20 millones y precisa una inversión de otros 20 millones".
También alude a "Grupo Vocento, hay determinadas familias que no quieren vender, por ejemplo, los Ibarra, por lo que sería difícil controlarlo absolutamente, pero sí neutralizarlo por una inversión de más o menos 30-40 millones". "Neutralizarlo". Esa es la expresión descriptiva del objeto del dossier.
"El Mundo, Feijóo tenía un acuerdo con la propietaria de El Mundo, RCS, para que el Grupo Moll tomara el control si ganaba las elecciones", añade el informe de la cloaca.
La veracidad o no de estas afirmaciones es la de la cloaca. Son sus expresiones y no tiene por qué ser la realidad. La cuestión, de hecho, no es esa. La cuestión es que alguien tuvo que encargar un seguimiento de medios críticos para poder "neutralizar" a algunos de ellos o usar otros.
La desinformación de la cloaca y el bulo de la bomba lapa
La documentación a la que ha tenido acceso Libertad Digital y sobre la que está informando prueba, de hecho, una maquinaria de seguimiento e investigación por parte de la cloaca de todo aquello que decidía perseguir los casos de corrupción que cercan al Gobierno de Pedro Sánchez. Y los periodistas no se libraron, como ya ha explicado este diario. La cloaca tomaba nota de todos los jueces, fiscales, UCO o abogados que osaban actuar contra la órbita de corrupción y, automáticamente, surgía un archivo de seguimiento, una investigación o una operación de denuncias falsas para tumbarlo.
De hecho, la información está claro que preocupaba a la cloaca. La información y la desinformación, porque estaban muy al corriente del bulo de la bomba lapa. Tan al corriente, que tenían los chats por anticipado. Ya se sabe que en la reunión impulsora de la cloaca estuvo el secretario de organización de Sánchez en el PSOE y dos altos cargos más del partido del presidente del Gobierno.
Pero ahora, gracias a los archivos que ha desvelado Libertad Digital se puede observar que también existe documentación de una operación: la del bulo divulgado por el Gobierno afirmando que la UCO preparaba un atentado con bomba lapa contra Sánchez. Semejante bulo -demostrado hasta el punto de que el chat en el que se suponía que se apoyaba esa barbaridad estaba manipulado y cortado y se conoce la conversación real original y no dice nada ni parecido- se simuló en base a un chat entre un confidente, Caramés, y un entonces capitán de la UCO, Bonilla (que usaba el apodo de Roberto Alcazar).
Pues bien, las conversaciones originales figuran en la documentación de la cloaca con fecha previa a su uso como bulo por el Gobierno: figuran en un archivo de noviembre de 2024 y el bulo se ha lanzado hace unas semanas. Lo que prueba que la cloaca del PSOE tenía las conversaciones: las buenas, las reales. Y luego, meses después, divulgó las falsas y manipuladas.
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