
Carles Puigdemont ha acusado a Pedro Sánchez y a los socialistas de trileros. Han incumplido la mayoría de los acuerdos políticos alcanzados en 19 reuniones celebradas en Suiza, según las cuentas del dirigente golpista.
En un tono abiertamente rencoroso, el prófugo ha acusado al PSOE de haber roto el acuerdo de investidura. Y de haberlo hecho a conciencia "porque les habíamos advertido y les habíamos dado muchas oportunidades para cambiar".
También ha recordado que en política de pactos, el PSOE no es de fiar: "Que quede claro que Junts prefirió al PSOE al PP, pero que el PSC prefirió al PP en el Ayuntamiento de Barcelona y el PSC se apoya en el PP y en Vox en el Parlament".
En cuanto a las consecuencias de la ruptura, Puigdemont, un fugado, le ha dicho a Pedro Sánchez que "podrá ocupar poltronas pero no podrá gobernar". Y que debería dirigirse a la ciudadanía para explicarle "cómo piensa continuar" en minoría.
Puigdemont ha arrancado su balance hablando del referéndum separatista, de que sus resultados "están vigentes", que la declaración de independencia también está vigente y de la vocación fundacional de Junts, pero cuando ha descendido a la realidad, ha señalado que "no hay confianza" entre las partes, que el PSOE no tiene "voluntad para ejecutar los acuerdos políticos en tiempo y forma" y que "no han cambiado algunas de las condiciones críticas que impiden que una de las dos partes se siente a negociar sin correr el riesgo de ser detenido". Una alusión a la aplicación de la amnistía en su caso, pendiente de la justicia europea, del Constitucional y del Supremo.
También ha señalado que "desde la llegada de Illa a la Generalidad hemos sufrido un retroceso, descatalanización, españolización, retroceso en los derechos lingüísticos, pasividad en Rodalies, pasividad ante la desinversión crónica del Estado". En una versión bastante alternativa de la situación política catalana, ha llegado a decir que el PSC se apoya en el PP y en Vox para bloquear a Junts en el parlamento autonómico. Una "alianza tripartita españolista", la ha definido.
En conclusión, que Junts rompe con los socialistas porque no le queda más remedio. Este martes habrá un "consejo nacional urgente y extraordinario para abrir las urnas de miércoles a jueves a las 6 de la tarde, cuando conoceremos los resultados".
Trilerismo
Nadie duda de que la militancia, 6.500 afiliados, apoyará con el mismo entusiasmo que la ejecutiva la decisión de Puigdemont, quien no se ha referido a una moción de censura en ningún momento.
Más agravios. Puigdemont se ha referido al ocultismo económico del Gobierno, que se niega a publicar las balanzas fiscales o lo que gana el Aeropuerto de Barcelona. "En su juego de trilerismo siempre ocultan la bolita". La desclasificación de documentación sobre los atentados islamistas de Barcelona y Cambrils o las largas en pequeños traspasos han sido otros expedientes citados por Puigdemont en un casi interminable chorreo de reproches al PSOE y al PSC, pero sin citar nombres, evitando cuidadosamente mencionar el nombre y apellidos del presidente del Gobierno y de sus interlocutores, a excepción de Illa, a quien Puigdemont distingue con especial inquina.

