Francisco José Alcaraz

El nacimiento de Libertad Digital hace ahora diez años coincide con el inicio de una etapa en España que supuso un antes y un después en la relación con las víctimas del terrorismo a través de la aplicación por parte del Gobierno de las primeras leyes que las reconocían como tales.

Desde mi punto de vista, como víctima del terrorismo y como representante de una asociación de víctimas, la existencia de Libertad Digital ha supuesto uno de los pocos altavoces que este colectivo hemos tenido para seguir reivindicando la memoria, la dignidad y la justicia. Es por eso por lo que nunca podremos agradecer bastante a Libertad Digital su solidaridad, su implicación y su resistencia a la imposición de un proceso de negociación con los asesinos de ETA. Nunca podremos agradecer lo suficiente la valentía de ser uno de los pocos medios de comunicación que desde el 11-M ha trabajado y sigue trabajando para que se sepa toda la verdad y se haga justicia.

Encontrar un grupo con profesionales que anteponen los principios que dignifican a las personas a los intereses comerciales supone todo un est?mulo para seguir en la senda de la resistencia a las esperp?nticas imposiciones políticas que nos afectan en materia antiterrorista; y también un ejemplo que deber?an imitar muchos medios de comunicación.

Las víctimas del terrorismo, que somos todos los españoles en su conjunto, siempre hemos tenido un espacio en Libertad Digital, estuviéramos de actualidad o no en ese momento. Para Libertad Digital, las víctimas del terrorismo siempre hemos estado y seguimos estando de actualidad.

Su l?nea editorial nos muestra qu? significa la independencia period?stica frente a la imposici?n partidista. Se trata de un hecho que, sin duda alguna, convierte a Libertad Digital en un medio incómodo para una gran parte de la clase política y, muy especialmente, para otros medios de comunicación que, intentando aparentar esa independencia, quedan en evidencia ante Libertad Digital.

Durante estos intensos diez años, el periódico no ha escatimado espacio para denunciar todos y cada uno de los atropellos que se han realizado en materia antiterrorista: ha dado voz a las personas amenazadas y, lo más importante para m?, ha puesto cara a muchas víctimas del terrorismo an?nimas y con ello ha conseguido que sus lectores sientan a?n más cercana nuestra causa. Una causa que en definitiva es la de todos los españoles.

Este compromiso, este cari?o, este respeto y sobre todo esta defensa de la memoria, de la dignidad y de la justicia de las víctimas del terrorismo hicieron a Libertad Digital merecedor del premio Voces Contra el Terrorismo en el año 2008.

Si bien he empezado este artículo centrándome en cómo se trata a las víctimas del terrorismo desde este periódico, hay que reconocer que ?sta no es la única buena causa en la que se han implicado. La continuada defensa de las víctimas que sufren la injusta Ley del Menor; la permanente atenci?n a los perseguidos por reg?menes dictatoriales como el de Cuba o Venezuela; la promoci?n de quienes trabajan por la defensa de la lengua española o de la bandera de España; o el impulso a las personas que exigen un trato justo e igual como ciudadano, independientemente de la regi?n de España donde vivan, son tan sólo algunos ejemplos de los que identifican a este medio de comunicación y a todos sus profesionales.

He tenido la oportunidad de estar en la nueva y en la anterior oficina de Libertad Digital y si algo hay digno de admiraci?n en este medio, ello es su capital humano: un equipo joven que trabaja mucho y con ilusi?n, con una implicaci?n personal y moral que va más all? de lo que en cualquier contrato laboral podr?a exigir. Trabajan en el proyecto de una sociedad más justa y libre.

Felicidades por este décimo aniversario. Nunca el nombre de un medio fue tan acertado y esperanzador.