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Así es la finca Terrabuey donde vive Potxolo, el buey más grande y caro de España

Los Guijarro pagaron más de 50.000 euros por este animal convertido en leyenda viva de la ganadería con sus dos toneladas de peso y sus dos metros de altura.   A pocos minutos del centro de la localidad segoviana de Cuéllar se encuentra Terrabuey, la mayor finca para bueyes de la península ibérica donde viven unos 100 huéspedes de distintas razas, sin horarios, ni estrés y con un gran espacio donde pastar a sus anchas. Un oasis de hierba verde en medio de la Castilla más seca, que además es posible visitar de forma particular casi todos los fines de semana.  

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A pocos minutos del centro de la localidad segoviana de Cuéllar se encuentra Terrabuey, la mayor finca para bueyes de la península ibérica donde viven unos 100 huéspedes de distintas razas.

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Potxolo luce su enormidad junto a Jorge Guijarro y uno de los perros de la finca.

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En el interior de la nave particular para Potxolo, hoy acompañado por otro compañero.

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Potxólo sale de su nave privada para pasear un rato ante las cámaras.

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Jorge y Alberto Guijarro junto a la estrella de la finca, Potxolo.

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La mayoría de los bueyes pastan a sus anchas en las praderas de la finca. La tranquilidad es la nota dominante en este santuario dedicado a los bueyes de diferentes razas.

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Uno de las estructuras que conectan las diferentes naves y abrevaderos de la finca. Por ellas no puede pasar Potxolo por su gran tamaño.

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Un buey de raza barroso que destaca por su enorme cornamenta.

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Alberto Guijarro junto a uno de sus bueyes de menor tamaño.

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Además de bueyes, en Terrabuey también hay otros animales como caballos, con un establo propio, gallinas ponedoras y varios perros.

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Jorge Guijarro señala las vetas de grasa en uno de los chuletones preparados para su consumo.

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Después de conocer el proceso de elaboración de la carne en Terrabuey, desde la cría del animal llega el proceso de sacrificio y maduración, que en este lugar no tiene un ritmo fijo como si de una producción industrial fuera el caso.

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Los chuletones que se obtienen de los bueyes criados "artesanalmente" lucen espléndidamente.

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Un chuletón en una de las parrillas del restaurante.

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Algunos de los platos que se pueden degustar de la variada carta de La Brasería de Cuéllar como cecina de buey, carpaccio, dumpling frito relleno de rabo de buey, chorizo, salchichón o el riquísimo tartar de buey. 

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