Así se trabaja la piel en Ubrique

Visitamos la meca de los artículos de piel: el pueblo gaditano de Ubrique que se ha convertido en un líder mundial en la marroquinería y en el que fabrican las grandes firmas de objetos de lujo europeas.

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El cortador tiene que ser es uno de los trabajadores más expertos, ya que de su habilidad depende aprovechar bien las piezas de piel y detectar cualquier pequeño defecto que sea necesario eliminar.

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Cortadores en Carla Sade examinando piezas de piel para extraer lo mejor de ellas.

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Ubrique, en plena sierra de Cádiz, tiene una ubicación realmente bonita.

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Las troqueladoras ajustan el corte de las piezas de piel a las medidas exactas necesarias, es uno de los dos momentos del proceso en el que intervienen máquinas.

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Cosedoras en la fábrica de Carla Sade. Su trabajo es uno de los pocos en los que se usan máquinas, pero aún así requiere de mucha habilidad manual.

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Una cosedora trabajando en un bolso en la fábrica de El Potro.

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Dos artesanos 'petaqueros' trabajando en la fábrica de Carla Sade.

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Un trabajador de la firma El Potro utiliza la famosa patacabra, una herramienta creada en Ubrique y muy típica de la localidad, en la fabricación de un bolso.

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Las manos del artesano, lo más importante en el proceso de fabricación.

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Incluso los pequeños agujeros para insertar adornos o apliques se hacen mano a mano y uno a uno.

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Todos los patrones con los que se cortan lo distintos trozos de piel se guardan cuidadosamente clasificados.

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Artesanos trabajando en la fábrica de Carla Sade.

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Las cremalleras también se tienen que montar manualmente.

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Incluso el empaquetado y la preparación final del producto los hace un artesano experto en El Potro, que además controla que todo esté perfecto.

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Cada artesano tiene su propia patacabra que en ocasiones se hereda de padres a hijos o incluso de abuelos a nietos. Algunos al jubilarse la ceden al Museo de la Piel, donde se cuelgan de la entrada y quedan así de llamativas.

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La Escuela de Artesanos de la Piel y alguno de los productos que han elaborado sus alumnos.

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Los alumnos de la Escuela de Artesanos pagan sólo unos 75 euros al mes por un curso tras el que tienen un 90% de probabilidades de encontrar un puesto de trabajo.

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Uno de los alumnos de la Escuela de Artesanos de la Piel trabaja en un pequeño llavero que tendrá que repetir una y otra vez para ir perfeccionando su habilidad.

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La Escuela cuenta con maquinarias de todo tipo cedidas por empresas de la localidad para favorecer el aprendizaje de los alumnos.

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ABC era una de las más típicas e históricas fábricas de Ubrique, con una sirena que marcaba los horarios de entrada y salida de todos los talleres de la localidad.