'Welcome refugees': los rumanos se vuelcan con los ucranianos
Marcel Gascón Barberá (Siret, Rumanía)
Antes del comienzo de la misa, el Papa Francisco se acercó a saludar al pontífice emérito y ambos se fundieron en un emotivo abrazo.
Más de un millón de peregrinos tomaron Roma para la canonización. Los más numerosos tras los italianos fueron sin duda los polacos
Una multitud llenó no sólo la Plaza de San Pedro sino todos los aledaños y las principales plazas de Roma
Los jefes de Estado tuvieron un sitio reservado para la canonización. Las Reinas católicas tienen la dispensa de vestir de blanco, aunque originalmente sólo lo era para la reina de España y Portugal
La Reina vistió de blanco y con mantilla blanca, dispensa papal que se remonta a la Reina Isabel La Católica y su contribución a la Iglesia
De los balcones colgaban las imágenes de los dos nuevos santos: san Juan Pablo II y san Juan XXIII
La Plaza estaba llena de miles de hijos espirituales de Juan Pablo II
El papa emérito Benedicto XVI no quiso perderse una canonización, también muy emotiva para él. Fue aclamado por la multitud y saludado por Francisco
Imagen aérea de la canonización, repleta de fieles hasta donde llega la vista
Francisco presidió la canonización, en un acto histórico en el que estuvieron presentes cuatro papas, los dos santos, el emérito y él mismo