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¿Que fue de Molly Ringwald, la estrella olvidada de los 80?

Tras convertirse en un ídolo adolescente en los años ochenta, la actriz intentó desprenderse de esa fama de chica tímida y encantadora que le habían dado aquellos papeles. Un intento frustrado que, tras rechazar papeles tan importantes como Ghost o Pretty Woman, la llevó casi al olvido. Hoy recordamos el pasado (y el presente) de una de las grandes estrellas de los ochenta.

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Hay pocas actrices adolescentes que hayan conseguido lo que Molly Ringwald. Rápidamente, la actriz se hizo un hueco entre las grandes estrellas de los ochenta. Su participación en las películas de John Hugher la convirtió en ídolo del cine, pero pasada la década, no hemos vuelto a saber nada destacable sobre ella.

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Comenzó su carrera con tan solo 5 años. Apasionada de la actuación y del baile, debutó en el cine en el año 1982 en la película Tempest, junto a Gena Rowlands y John Cassavetes. Una adaptación libre de una obra de Shakespeare que la lanzó al estrellato.

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El éxito de Tempest hizo que comenzara una fructífera relación con John Hughes. Junto a él participaría en Dieciséis velas, en el año 1984. En ella, interpretaba a una joven insegura, algo irascible y poco popular en su instituto, que se enamora de un chico que no sabe ni que existe. Un argumento fácil en una película divertida, sensible y muy encantadora gracias en parte a la actuación de Molly.

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Interpretó a la pija en el clásico de los ochenta, El club de los cinco, en el año 1985. Un papel que le alejó del personaje tímido que había interpretado hasta ahora. La película fue un éxito absoluto y fue considerada un grito de libertad para una generación formada por jóvenes que no estaban contentos con el mundo. 

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El éxito de El club de los cinco fue abrumador. La película se consideró la la voz de una generación, formada por jóvenes que no estaban a gusto con el mundo y que aún estaban buscando su camino. La tendencia que marcó fue tal, que un año después del estreno del film, Molly fue portada de la prestigiosa revista TIME.

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Convertida en una de las caras adolescentes más famosas de la década, protagonizó La Chica de Rosa, que consolidaría aún más su fama. Volvió a repetir el papel en que mejor se desenvolvía: el de chica tímida. Hughes escribió el papel pensando en ella, dejando claro que era una de sus musas.

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Tras la trilogía de películas que le habían lanzado a la fama, quiso dejar atrás su etapa adolescente y conducir su carrera en otra dirección. Rechazó varios papeles de Hughes, el rey de la comedia adolescente, y eso terminó por crear una enemistad entre ellos.

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Tras rechazar aquellos papeles, Molly no levantó cabeza y película posteriores como El cazachicas en 1987, Jóvenes ardientes en 1988 o Boda pasada por agua en 1990, producciones algo más adultas, terminaron por hundir su carrera y el público comenzó a olvidarla.

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Su intento por dejar atrás aquella adolescente tímida y encantadora y convertirse en una actriz adulta, no funcionaron. Desde entonces, Ringwals se dedicó a hacer películas de bajo presupuesto y ninguna relevancia, especialmente Telefilms.

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En 1990 rechazó los papeles principales en Ghost y Pretty Woman, dos películas que podrían haber impulsado su carrera como actriz adulta. 

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En la vida sentimental de Molly hay dos hombres que han marcado su vida: Valéry Lameignère y Panio Gianopoulos. Molly se casó con Valéry, un escritor francés en Burdeos, Francia, el día 28 de julio de 1999 y se divorciarían tres años después.

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Se casó con Pino Gianopoulos en 2007 después de su divorcio de Valery Lameignere en el año 2002. Ella tiene dos hijas llamadas Adele y Mathilda y un hijo llamado Romano.

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Recientemente la pudimos ver a Molly interpretando un papel secundario en Jem y los hologramas en el año 2015, una película musical adolescente. Según ella misma ha declarado en algunas entrevistas, su distanciamiento con Hollywood no fue una cuestión de fracasos, sino una decisión personal. 

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El recuerdo de Samantha, Claire y Andie, las protagonistas de su trilogía adolescente, nunca se borra, como lo dijo una vez: "Estoy orgullosa de esos tres papeles. Mi hija de ocho años ya los conoce, ya mira esas películas, ya las está descubriendo. Me siento halagada de que signifiquen mucho para tantas personas. Es una parte de mi vida, y como tal, a veces están en mi presente", comentó Molly en una entrevista.

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