El Muro cinematográfico de Berlín
A lo largo de las décadas muchas han sido las películas que han querido retratar los años del Muro. Repasamos algunas de ellas.
1 / 10
La revolución silenciosa (Lars Kraume, 2018)
¿Por qué se construyó el muro en Berlín en 1961? Para entender la paranoia represora de los dirigentes comunistas hemos de remontarnos a 1956 cuando a un grupo de estudiantes berlineses no se le ocurre otra cosa que solidarizarse simbólicamente con las víctimas de la Revolución Húngara realizando un minuto de silencio en clase. Inmediatamente las víctimas también serán ellos, que serán obligados a un silencio eterno.
2 / 10
Al otro lado del muro (Christian Schwochow, 2013)
Escapar del infierno comunista de la RDA significaba en muchas ocasiones entrar en el purgatorio burocrático de la RFA, un laberinto de requisitos formales y desconfianza política, ¿sería el exiliado un espía? Este thriller político y melodrama social es uno de los más interesantes retratos de las microhistorias paradójicas que sufrieron las familias alemanas atrapadas en la telaraña de la represión totalitaria.
3 / 10
El puente de los espías (Spielberg, 2015)
Las autoridades estadounidenses detuvieron a Rudolf Abel acusado de espionaje durante la Guerra Fría, que se puso al rojo vivo. Un abogado, interpretado por Tom Hanks, es contratado por el gobierno norteamericano para intercambiar al espía por un piloto capturado por la Unión Soviética a través del muro de Berlín. Un brillante ejercicio de puesta en escena por parte de Spielberg que supo encapsular su habitual mensaje progresista en una sólida maquinaria hitchcockiana.
4 / 10
Dos vidas (Georg Maas, Judith Kaufmann, 2012)
La Stasi es la célebre policía política comunista que actuó como Big Brother en la Alemania comunista. La vida de los otros es la más famosa película sobre sus métodos de actuación, pero Dos vidas resulta más dolorosa en su seguimiento de las mujeres noruegas que fueron castigadas por mantener relaciones con los nazis y las que sufrieron el régimen totalitaria de la RDA. Parafraseando un título de Hannah Arendt podríamos denominar a esta película Mujeres en tiempos de oscuridad.
5 / 10
Cuatro minutos (Chris Kraus, 2006)
Whiplash en una cárcel y con protagonistas femeninas. Como en la película norteamericana el duelo entre una estricta profesora de música y una alumna brillante pero problemática sirve de marco para unas pinceladas sobre el pasado totalitario, nazi y comunista, de la nación alemana que sigue traumatizada por el pasado más vil de todas las historias nacionales y que trata de exorcizar a través del cine.
6 / 10
Si no nosotros, ¿quién? (Andres Veiel, 2011)
Mientras los alemanes orientales trataban de huir de la dictadura comunista, en la República Federal de Alemania el marxismo se había introducido entre los más jóvenes (Escuela de Frankfurt o Jean Paul Sartre mediante) que con la excusa de luchar contra el ¡nazismo! se propusieron destruir la democracia liberal, al principio con una editorial de libros plúmbeos y comunistas (valga la redundancia) y posteriormente de bombas asesinas y también comunistas (seguimos redundantes).
7 / 10
Funeral en Berlín (Guy Hamilton, 1966)
Si James Bond es el glamour de los servicios secretos, sobre todo cuando lo interpreta Roger Moore, Harry Palmer es el cinismo del espionaje. Michael Caine nunca podría haber sido Bond pero hizo un retrato perfecto del que al servicio de Su Majestad es capaz de cualquier cosa (sobre todo si así se libra de la prisión). En Berlín se lo pasa genial entre mujer femme fatale y comunistas que también pueden ser fatales pero en otro sentido.
8 / 10
Kruso (Thomas Stuber, 2018)
En el quinto pino, es decir, una isla del Báltico, un estudiante de literatura reconvertido en lavaplatos y un cocinero, Kruso —carismático y golfo— se encuentran rodeados de una panda de hippies, utópicos y disidentes de la RDA que tratan de huir al paraíso liberal de Dinamarca. Pero cuando el comunismo llega a la isla, la libertad se arroja al mar. Basada en una gran novela de Lutz Seiler.
9 / 10
En tiempos de luz menguante (Matti Geschonneck, 2017)
A todo esto, ¿qué pensaban los altos dignatarios comunistas de la RDA de la caída del muro? Bruno Ganz se ha especializado en interpretar distópicos totalitarios: tras Adolf Hitler en El hundimiento interpreta ahora a un alto cargo del Partido comunista alemán que celebra su nonagésimo cumpleaños agasajado por todos pero nadie se atreve a confesarle que su nieto favorito acaba de desertar a la burguesa, capitalista, liberal, en suma: maligna, Alemania occidental.
10 / 10
Conejo a la berlinesa (Bartosz Konopka, 2009)
Nominado al Óscar al mejor cortometraje documental sobre unos conejos salvajes que vivían en el muro de Berlín y fueron los grandes damnificados, junto a la clase alta del régimen comunista, del derribo del muro. Una divertida metáfora al estilo de Rebelión en la granja.
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