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Las mujeres de Sorolla

El Museo Sorolla acoge la exposición Sorolla. Femenino plural, que, a través de 36 obras,  pone el foco en las mujeres que ocupan la producción del pintor. Sorolla vivió los primeros movimientos feministas en España, aún muy vagos. Pocas mujeres accedían a la educación secundaria y la universidad les estuvo prácticamente vetada hasta 1910. Sorolla recoge en sus obras muchos de los estereotipos femeninos propios de su tiempo. La muestra se podrá visitar en Madrid hasta el 10 de enero. Posteriormente se presentará en Valencia.

Mesalina en brazos de un gladiador, 1886
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Mesalina en brazos de un gladiador, 1886

En sus años de juventud, Sorolla miró a la mitología clásica para introducir desnudos femeninos en sus cuadros. 

Campesina italiana, 1890
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Campesina italiana, 1890

Durante su estancia en Asís, su estilo busca la representación, sencilla y directa, de lo que le rodea, como las aldeanas y las campesinas que trabajan en el campos.

Pro domo sua, 1893
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Pro domo sua, 1893

En esta escena, Sorolla pinta a las protagonistas en el papel tradicional de la mujer doméstica: devota, laboriosa y buena madre.

Bordadora valenciana, 1901
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Bordadora valenciana, 1901

A pesar de que entre su clientela se hallaban féminas de la alta sociedad, Sorolla dio también protagonismo a mujeres reales en sus cuadros, afanadas en tareas cotidianas para la época, como las relacionadas con la costura. 

Pescadoras valencianas, 1903
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Pescadoras valencianas, 1903

El mar es una constante en la producción de Sorolla. El artista retrató junto a él a unas peculiares heroínas, las pescadoras valencianas. Figuras fuertes y dignas, que vemos en distintas circunstancias: cuidando de sus hijos en la playa, esperando la llegada de las barcas o portando la pesca del día.

María de los Ángeles de Beruete y Moret, 1904
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María de los Ángeles de Beruete y Moret, 1904

La sensibilidad y el gusto de Sorolla por la moda femenina es patente con solo mirar algunas de sus obras. Retrató a burguesas o aristócratas elegantes, en cuadros en los que el vestido compite en protagonismo con la propia modelo. Fue incluso un gran asesor de moda para Clotilde, su mujer, y sus hijas. 

La actriz doña María Guerrero como 'La dama boba', 1906.
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La actriz doña María Guerrero como 'La dama boba', 1906.

Además de las mujeres de la clase alta de la época, muchas actrices o cantantes quisieron contar con los servicios de Sorolla. Su fama y riqueza les permitía ser retratadas como mujeres "modernas", una libertad inalcanzable para las demás.

María la guapa, 1914 
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María la guapa, 1914 

María la guapa era una gitana que el valenciano inmortalizó vestida de rosa y blanco, con un mantón amarillo claro sobre sus hombros.

Desnudo femenino, 1916
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Desnudo femenino, 1916

No son muy numerosos los desnudos de mujeres en la obra de madurez de Sorolla. Sin embargo, estos exhiben una extraordinaria maestría técnica.

Retrato de Raquel Meller, 1918
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Retrato de Raquel Meller, 1918

Este retrato de Raquel Meller, en el que el ocre de la pamela sobresale entre la gama de grises y malvas del resto de la composición,  fue pintado para la colección de The  Hispanic Society of America. Sin embargo, el hijo del artista se encaprichó de él y se lo quedó.

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