Gloria Camila huye de la polémica en la playa de Cádiz
La hija de Ortega Cano y Rocío Jurado ha huido por unas horas de la polémica del museo de su madre y se ha remojado en las cálidas aguas de las playas de Cádiz.
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El frente del museo de Rocío Jurado en Chipiona sigue abierto (no así el museo). Y para rebajar tanta tensión con su hermanastra, Rocío Carrasco decidió darse un chapuzón en una playa gaditana.
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Gloria Camila se hizo acompañar en todo momento por su novio, Kiko Jiménez, y algunos amigos. A destacar su llamativo bañador de leoparto así como su visible tatuaje en la cadera derecha, donde pone "Made in Colombia".
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La pareja lleva ya meses comprometida, desde que Kiko se declarase en Supervivientes. No obstante, la boda no llega ni parece que esté cerca. La pareja sigue viviendo su amor como el primer día, y eso es suficiente.
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La posibilidad del museo dedicado a Jurado todavía es factible. En septiembre Rocío Carrasco, con quien Gloria Camila no mantiene una relación particularmente buena (de hecho, es más bien lo contrario) retomará las negociaciones con el ayuntamiento de Chipiona.
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Gloria Camila mantiene un tipo espléndido. Bien es cierto que la edad (23 años) está de su parte. De todos los hijos de Rocío ella es la menos problemática, pero a la vez sin que le reste un ápice de atractivo mediático. Gloria no tiene los problemas médicos de su hermano, José Fernando, ni desde luego la nefasta relación con el clan de Rociíto.
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La pareja aprovechó la jornada para tomar el sol, bañarse y también lavar el coche. En el horizonte la boda de su padre con Ana María Aldón, una de las próximas citas de la prensa rosa este año.
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