Lo mejor de lo mejor de las catedrales de España
Los detalles arquitectónicos más llamativos, las cifras más impresionantes, las portadas más bellas... hemos reunido todo esto y mucho más en esta galería.
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La torre más alta: Catedral Nueva de Salamanca
La torre de la Catedral Nueva de Salamanca es, con sus 110 metros de altura, la más alta de todas las catredales españolas, aunque muchos piensan que se trata de la Giralda sevillana ésta tiene unos pocos metros menos. Está construida sobre la antigua torre románica y tiene una historia curiosa: tras quedar dañada por el terremoto de Lisboa -y por el peso del capitel barroco añadido sobre la estructura anterior- para estabilizarla se forró de nuevo de una nueva estructura de piedra, pero aún así sigue estando ligeramente torcida.
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La nave gótica más grande: Gerona
Empezó a construírse a mediados del siglo XIV y la idea era una iglesia más convencional con tres naves, pero tiempo después el arquitecto Guillermo Bofil desarrolló el proyecto para hacer la gigantesca nave actual que era tan audaz que necesitó de dos encuentros de expertos que opinasen sobre la seguridad de la obra y su adecuación para el culto. Finalmente, el proyecto salió adelante aunque la nave no se terminaría hasta 1598. El resultado no es sólo es la más ancha de España sino que gracias a sus 22,98 metros es la más ancha del mundo. Para hacernos una idea, la nave central de San Pedro, de estilo neoclásico, sólo es dos metros más ancha.
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La más grande: Sevilla
"Hagamos una obra tan grande que los que la vean acabada nos tengan por locos", se dice que fue la frase usada por el Cabildo de Catedral para dar una idea de la magnitud de la empresa que iban a acometer. El resultado es todavía el tercer templo católico más grande del mundo, sólo superado por San Pedro en Roma y la Basílica de Nuestra Señora Aparecida en Brasil. Supera los 11.500 metros cuadrados de superficie y es también la mayor catedral gótica del mundo
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El perfil más imponente: El Pilar
La Basílica de El Pilar es un templo de dimensiones imponentes: 130 metros de largo por 67 de largo. Ese tamaño, su planta rectangular, sus cuatro torres y sus cúpulas logran darle un aspecto impresionante. El templo tal y como es ahora se empezó a construir a finales del S XVII, aunque partes importantes en este perfil llegaron mucho las tarde: algunas cúpulas en 1872 y las torres de los ángulos ya en el siglo XX
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La estructura más llamativa: Palma de Mallorca
Quizá también por su ubicación al borde del mar que no es muy habitual -quizá sólo la catedral de Cádiz está tan cerca de la orilla-, lo cierto es que los enormes contrafuertes de la Catedral de Santa María de Palma de Mallorca la hacen una de las más reconocibles de España. Precisamente gracias a esos enormes contrafuertes se descarga a las paredes de buena parte de su labor de sustentación de las bóvedas, lo que permite hitos arquitectónicos como el enorme rosetón, que con sus 13 metros de diámetro está considerado el mayor de las catedrales góticas; y por supuesto una altura impresionante para las naves: la nave central mide 43,95 metros de altura mientras que la de Burgos, por ejemplo, tiene 25 metros. Empezó a construirse en el siglo XIII y no se terminó hasta finales del XVII.
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La más diferente: Córdoba
Muchas grandes catedrales españolas se construyeron en los solares de las mezquitas mayores de las ciudades, pero en Córdoba la belleza de la Mezquita era tan imponente que simplemente se cambió su uso y pasó a ser catedral. Siglos después se construyó en su centro una catedral en estilo gótico tardío en medio de una polémica tan grande que hubo de pedirse el dictamen del Rey. Cuenta la tradición, de hecho, que al ver el resultado el propio Carlos I se arrepintió y dijo: "Habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes". Afortunadamente, la mayor parte de la antigua mezquita -que se construyó desde finales del siglo VIII al XI se ha conservado para llegar a nuestros días como uno de los legados artísticos más hermosos de Al Andalus
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La más antigua: Jaca
Iniciada prácticamente al mismo tiempo que la de Santiago de Compostela -en 1077-, y también en el Camino, la de Jaca puede ser considerada -con la compostelana- la catedral más antigua de España. La planta es de estilo románico y aunque por supuesto ha habido añadidos posteriores su aspecto exterior sigue revelando esa antigüedad.
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La más moderna: la Almudena de Madrid
La última de las catedrales españolas ha sido la de Madrid. La Almudena, consagrada en junio de 1993 por Juan Pablo II, se había terminado poco antes tras más de un siglo de construcción tachonado con múltiples parones. En el que es sin duda uno de los solares privilegiados de la capital -junto al Palacio Real-, la Almudema ha sido muy criticada arquitectónicamente y, ciertamente, se trata de un mejunje de diferentes estilos arquitectónicos de difícil digestión. Quizá más interesante su interior neogótico que su exterior, también resultó polémico por las pinturas murales de Kiko Argüello
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La mejor fachada románica: Zamora
El románico fue el estilo de las primeras grandes catedrales españolas, pero en la mayor parte de los casos se cambió luego por edificios más grandes en otros estilos, o se renovó tanto el templo que no puede llamarse ya románico. Incluso en la mayor parte de aquellos casos en los que la iglesia sigue siendo románica las fachadas se cambiaron, así que quedan muy pocas portadas verdaderamente románicas y la más hermosa es probablemente la portada del Obispo, en Zamora, de una sencillez llamativa y realmente encantadora
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La mejor fachada gótica: León
Durante el S XIII el crecimiento de las ciudades y la nueva espiritualidad que llega de Francia llevan a varias ciudades españolas a sustituir la anteriores catedrales románicas por nuevos y monumentales edificios góticos. La de León es un ejemplo perfecto de ese proceso y es considerada la de un estilo gótico más puro de toda España, con un enorme parecido a grandes templos franceses. Su fachada es sencilla y de una belleza difícilmente superable, enmarcada por las dos torres y con elemenos como el enorme rosetón y la presencia visible de los contrafuertes que sostienen la alta nave central
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La mejor fachada renacentista: Baeza
Aunque fue un estilo que en España tuvo más éxito en la arquitectura civil, también se construyeron catedrales renacentistas, especialmente en Andalucía. Sin embargo, las más importantes como Granada o Jaén tienen fachadas barrocas posteriores y pocas quedan aún en su estilo original, como la de la catedral de Baeza
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La mejor fachada barroca: Obradoiro en Santiago de Compostela
Quizá no haya ninguna fachada en España tan reconocible como la del Obradoiro, en la catedral de Santiago de Compostela. Su función original era cubrir la deteriorada portada románica y el Pórtico de la Gloria, pero para ello Fernando de Casas Novoa diseñó un espectacular e impresionante conjunto que, sin embargo, al parecer guarda algunos errores de construcción, según decía el responsable de una restauración reciente.
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La mejor fachada neoclásica: Lugo
La catedral de Lugo es un edificio románico al que posteriormente se le han ido añadiendo partes en diferentes estilos, tal y como es habitual en tantas y tantas catedrales. Uno de estos añadidos es una bellísima fachada neoclásica -un estilo no demasiado habitual en nuestro país para las iglesias- que Julián Sánchez Bort diseñó alrededor de 1769.
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El mejor claustro románico: Gerona
La mayor parte de los grandes claustros románicos de España están en monasterios y no en las catedrales en las que los originales románicos fueron reformados en la mayor parte de las ocasiones, pero el de Gerona es una excepción: se mantuvo cuando se edificó el templo gótico. Tiene una forma trapezoidal forzada por la presencia cercana de las murallas y una serie de bellísimos capiteles en cuyos relieves hay curiosidades como representaciones del trabajo de los canteros
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Mejor claustro gótico: Catedral Antigua Lérida
El claustro de la Catedral de Lérida empezó a construirse en el siglo XIII y se terminó ya en el XIV. Notable por sus dimensiones -algunos autores lo señalan como el más grande de Europa- y también por la belleza del gótico puro de sus bóvedas y sus espectaculares ventanales, mientras que los capiteles van desde el románico al gótico tardío. En uno de sus lados se abre a la ciudad como un balcón con unos ventanales que ofrecen una vista excepcional de Lérida y que hacen el conjunto aún más interesante
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La capilla más hermosa: Capilla del Condestable, Burgos
Casi da la impresión al entrar en ella de que la Capilla del Condestable -llamada así porque fue mandada construir por Pedro Fernández de Velasco y Manrique de Lara, condestable de Castilla- es una pequeña catedral dentro de la gran catedral de Burgos. Se trata de un espacio octogonal, muy elevado, de estilo gótico flamígero con algunos elementos renacentístas. Pese a su reducido tamaño se logra una sensación de grandiosidad muy notable y también hay desarrollos arquitectónicos que tuvieron gran influencia como la bóveda estrellada calada, que es una auténtica maravilla
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Las bóvedas más hermosas: Segovia
Las últimas catedrales góticas españolas se construyeron en un estilo gótico muy tardío y en el que la arquitectura evolucionaba y se llenaba de elementos decorativos, por ejemplo, en las bóvedas. La catedral de Segovia, construída en su mayor parte durante el siglo XVI, es un excelente ejemplo de este gótico final hecho con una especial elegancia y grandiosidad. Las bóbedas de crucería son un ejemplo perfecto de esa elegancia que adorna el gótico sin llegar de desfigurarlo
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El cimborrio más llamativo: Orense
La de Catedral de Orense es en su mayoría un edificio de estilo románico tardío y es uno de los más importantes de Galicia. A esta base románica se le añade posteriormente un cimborrio muy llamativo -tanto desde el exterior como del interior- en estilo gótico tardío que transformó completamente el perfil del templo. Se empezó a finales del siglo XV y se acabó a principios del XVI por el maestro Rodrigo de Badajoz, que pese a lo que se podría pensar por su apellido provenía de León
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La cúpula más hermosa: Zamora
Como decíamos antes, Zamora es una de las catedráles románicas que mejor ha conservado su estilo arquitectónico románico original, si bien es cierto que es un románico muy peculiar, conectado con el estilo de templos normandos y que luego se expandió por otros grandes templos de Castilla y León como Toro, Salamanca, Ciudad Rodrigo... La cúpula gallonada y con escamas es, sin duda, el elemento arquitecnónico en el mejor se distinguen esas influencias normandas y el resultado es de una gracia singular
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La torre más hermosa: la Giralda
Aunque no sea la más alta, sin duda no hay en España una torre de Catedral tan conocida como la Giralda sevillana. Su parte original es el siglo XII en plena dominación Almohade y es de sobra conocida su vinculación con alminares en Marruecos, especialmente con la torre de Kutubía de Marrakech. En la segunda mitad del siglo XVI se añadió el cuerpo de campanas superior, un remate renacentista que sorprendentemente resulta muy armonioso con la parte inferior
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La torre más llamativa: el Miguelete de Valencia
La torre de la Catedral de Valencia no es tan alta como la Giralda -mide 63 metros incluyendo la espadaña de su torre- pero su gran diámetro la hace bastante imponente, amén de que ofrece unas vistas excelentes de la ciudad. De estilo gótico valenciano, se empezó a construir a finales del siglo XIV y se terminó décadas después, a excepción de la espadaña que se añade en el XVII
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El ábside más sorprendente: Ávila
La cátedral de Ávila tenía un problema de espacio por la presencia de la Muralla y se solucionó haciendo que el ábside del templo formase parte del conjunto amurallado. Y para ello se crea una estructura muy robusta que se integra en la fortificación como un saliente de ésta, almenado a dos niveles y en el que se diría que las funciones arquitectónica o decorativa quedan completamente supeditadas a la defensiva. Además de este detalle, la catedral es un templo muy interesante ya que es considerada la primera gótica de España y es, desde luego, un perfecto ejemplo de la transición del románico más avanzado al estilo que lo sustituiría
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El detalle arquitectónico más sorprendente: el Transparente de Toledo
Los Transparentes fueron obras muy del gusto del barroco que cumplían una doble función no sólo ornamental sino también litúrgica, ya que debían iluminar el sagrario. El de Toledo es un ejemplo perfecto y una de las cumbres del barroco en nuestro país: se trata de una apertura en el techo de la girola del templo y de un conjunto escultórico y arquitectónico que es bañado por la luz que entra a través de ella. Es obra del arquitecto Narciso Tomé, que la realizó entre 1720 y 1732.
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El techo más bello: Teruel
La catedral de Teruel es una joya del mudéjar y varios de sus elementos son Patrimonio de la Humanidad. Uno de ellos, quizá el más original es su artesonado de madera rícamente decorada con pinturas de estilo gótico que según muchos autores tienen un significado como conjunto (si bien no están del todo de acuerdo sobre cuál es ese significado). La estructura, que data de la segunda mitad del siglo XIII es, además, una ingeniosa solución arquitectónica que permitió que no fuese necesario construir contrafuertes.
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La mejores vidrieras: León
El conjunto de vidrieras de la catedral de León es considerado uno de los mejores del mundo. El hecho es que es de una enorme envergadura y de una no menor calidad y, además, conserva muchas de las originales de los siglos XIII al XVI, lo que es excepcional en un edificio con tantos siglos de historia. En el siglo XIX se añadieron otras en estilo neogótico y con las técnicas medievales, en un trabajo de tanta calidad que a ojos profanos es prácticamente imposible distinguirlas de las originales.
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La mejor escalera: Escalera Dorada de Diego de Siloé, Burgos
No hay muchas escaleras en las catedrales españolas, pero la de Burgos está en un terreno con un gran desnivel y era necesaria una para salvar la altura desde una de las puertas al nivel de las naves. El problema lo resolvió de una forma genial Diego de Siloé en su primera obra como arquitecto en España en la que es visible la influencia de la Italia que acababa de visitar y en la que triunfaba el más exultante renacimiento, un estilo que es visible en esta obra ricamente decorada tanto en piedra como en su no menos espectacular barandilla forjada en hierro
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El mejor retablo: Retablo Mayor Catedral de Sevilla
Ochenta años tardó en hacerse el impresionante retablo de la Catedral de Sevilla, probablemente el más impactante del arte español. El diseño original era obra del escultor flamenco Pedro Dancart, y su trabajo fue continuado por toda una colección de tallistas españoles y foráneos que en diversos momentos fueron incorporando nuevos elementos con los que terminó teniendo 44 relieves principales además de un sinnúmero de piezas más. En conjunto se trata de una obra abrumadora, tanto por su tamaño como por su calidad
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El mejor conjunto escultórico: Pórtico de la Gloria de Santiago
Veinte años tardó el Maestro Mateo en construir el Pórtico de la Gloria, después de otros trabajos en la catedral compostelana. Fue entre 1168 y 1188 y el resultado fue una de las cumbres del arte medieval. Con una iconografía basada en el Apocalipsis, un tema muy común en ese tipo de obras en ese momento, la maravilla del Pórtico de la Gloria es que prácticamente se puede leer el texto bíblico en las esculturas. Es reconocido en todo el mundo como una obra clave en la transición de la escultura románica al naturalismo del gótico
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La mejor tumba: el Doncel de Sigüenza
NO hay gran catedral en la que no descansen los restos de grandes hombres, ya sean o no de la Iglesia: reyes, cardenales, soldados pueblan las naves y las capillas de los templos españoles, pero quizá de todas estas tumbas la más hermosa sea la del Doncel de Sigüenza, Martín Vázquez de Arce, un soldado que murió en las últimas guerras de la Reconquista. La estatua se realizó en el final del siglo XV y los primeros años del XVI, es de estilo gótico tardío y tiene lo que en ese momento es una enorme novedad iconográfica: el fallecido no aparece durmiente sino recostado, con un libro en sus manos y una pierna sobre la otra. El estilo escultórico y la pose de la figura la dotan de un realismo sorprendente
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La gárgola más sorprendente: Gárgola del Fotógrafo, Palencia
Las gárgolas eran un elemento constructivo necesario (alejaban el agua de las paredes y, por tanto, preservaban la piedra) pero como todo en la catedral gótica cobraron un sentido también iconográfico, habitualmente representaciones demoníacas que eran una forma de mostrar a los creyentes lo horrores del infierno. En algunas ocasiones determinadas restauraciones nos enfrentan a lo que parecen anacronismos, como la sorprendente estatua de la catedral de Palencia que representa a un fotógrafo. La razón, en este caso y muchos otros, está en restauraciones en distintas épocas en las que se sustituyen elementos muy degradados o desaparecidos por otros que consevan el estilo del conjunto pero que en ocasiones reflejan motivos de su época
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