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Una visita por Lovaina y Brujas: vivo ambiente universitario entre arte y bicicletas

Pasear por Lovaina y Brujas se antoja un recorrido placentero desde el punto de vista deportivo, así como desde una perspectiva de lo más cultural. Dos de las ciudades belgas más bellas, separadas por poco más de una hora en tren, que muestran una oferta artística, gastronómica y cultural con capacidad para llenar de planes varios días sin descanso y dar un homenaje al sentido del gusto. Desde el estómago al paladar, hasta el estímulo de poder admirar algunas de las mayores obras del arte flamenco, con el aliciente del ambiente universitario más vivo y por supuesto el paisaje urbano tan característico en estas latitudes. | Lea el reportaje completo.

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Los universitarios que pueblan Lovaina se cuentan por miles y su medio de transporte favorito es la bicicleta, algo que también se traslada a todo el territorio de los Países Bajos. En la fotografía, dos estudiantes se dirigen a la Universidad, en la calle Naamsestraat.

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Una mujer disfruta de un plácido paseo por el interior del Beaterio de Lovaina, uno de los mejor conservados del mundo.

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Varios estudiantes jóvenes pasean con sus bicicletas por la plaza Groete Markt, frente a la fachada del Ayuntamiento de la ciudad, el edificio más emblemático de Lovaina.

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El Beaterio de Lovaina es un pueblo dentro de una ciudad. Y como tal, también es atravesado por diversos canales de agua que enriquecen su belleza.

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Como en casi todas las ciudades belgas existe una calle principal, gran avenida, que dirige a la plaza mayor y a la zona centro.

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Cientos de bicicletas permanecen aparcadas bajo los soportales de la biblioteca de Lovaina, una de las ciudades más universitarias de toda Bélgica y en concreto Flandes.

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Lovaina es una ciudad de cerveza, universitaria desde hace siglos y con un patrimonio histórico espectacular.

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Sint-Michielskerk (Iglesia de San Miguel), en la calle Naamsestraat. La elegante fachada del año 1650 construida en estilo barroco está considerada como una de las principales iglesias jesuitas de Bélgica.

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El M-Museum Leuven, centrado en arte producido en Lovaina y su región. Una sala del M-Museum, con mucha presencia de arte antiguo y objetos históricos de la ciudad.

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La entrada principal a la Abadía del Parque, en Lovaina, recientemente rehabilitada como museo.

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La Abadía del Parque en Lovaina, es un monasterio de clausura habitado por monjes norbertinos desde su fundación en el siglo XII. Una parte se ha convertido en PARCUM, un museo de arte religioso.

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El interior de la capilla de la Abadía del Parque en Lovaina.

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El interior de PARCUM, la Abadía del Parque en Lovaina, con una espectacular biblioteca y sala de lectura, que se está rehabilitando para ser visitada y utilizada.

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Una vista general de la ciudad de Brujas, con tres de sus principales torres que emergen sobre las casas.

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La plaza Burg, que se remonta a la época medieval, donde se mantiene activo el ayuntamiento de la ciudad desde hace más de 600 años, en uno de los edificios más antiguos de Bélgica.

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En el interior del antiguo Franconato de Brujas, hoy en día el archivo municipal, donde se encuentra la antigua sala del tribunal con una monumental chimenea tallada en madera que recuerda tiempos pretéritos y en la que se puede encontrar a Carlos V y sus antecesores españoles.

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Una imagen divertida pero que muestra la vida cotidiana en Brujas. Un hombre pasea a su perro en el interior de un cesto sobre su bicicleta, principal medio de transporte en la ciudad. Son miles las bicicletas que se pueden ver al día en la urbe flamenca.

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Si la cerveza es uno de sus principales atractivos, el chocolate es el otro pilar fundamental en la gastronomía belga. Exquisito es decir poco.

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Brujas siempre ha tenido una especial relación con el agua ya que desde hace siglos los canales unen la ciudad al mar. Pasear en barca por ellos es una mezcla de pasatiempo y necesidad que asombra al visitante. Su belleza y su patrimonio cultural y arquitectónico han hecho merecedora del título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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La cervecería De Halve Maan es uno de esos locales auténticos y con mucha historia. Durante seis generaciones sus dueños han elaborado la cerveza de la ciudad. Como curiosidad, en 2016 se construyó una tubería subterránea de 3 kilómetros que une la planta embotelladora con la fábrica de cerveza.

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Una pareja disfruta la vida sentados en uno de los sillones en el interior de la cervecería De Halve Maan, en Brujas.

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Desde hace años Brujas apuesta fuerte por la cultura y el arte. El Auditorio Monumental, Concertgebouw, es uno de esos ejemplos de nuevos edificios pensados para la ciudad. Recubierto con hasta 68.000 azulejos de terracota y provisto de diferentes salas sinfónicas, cada cual mejor aislada, es una de las joyas en la Brujas más moderna.

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La cafetería del Auditorio Monumental , Concertgebouw.

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Lo que podría ser una vista clásica de la ciudad de Brujas con sus casas gremiales.

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La Oude Markt, o Playa Mayor de Brujas es igual de espectacular de día, como de noche. Es prácticamente imposible no toparse con esta plaza, dada su céntrica ubicación, y un pecado mortal no visitarla y disfrutarla durante unas horas si se visita la ciudad. Es la pura esencia de la Brujas medieval e histórica.

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Un escalera que parece diseñada por M.C. Escher. En el interior del restaurante Patrick Devos, en Brujas. Una recomendación para los amantes de la cocina tradicional belga con aires modernos.

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Uno de los canales de Brujas con la iglesia de Nuestra Señora de fondo. Su campanario, de 115 metros la convierten en la segunda torre de iglesia, hecha en ladrillo, más alta del mundo.

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El antiguo barrio de la Liga Hanseática, una de las organizaciones comerciales artífice del esplendor económico de la ciudad en la Edad Media, donde sentir el ambiente de esta época, al menos con la imaginación, ya que esta zona permanece prácticamente igual que en aquella esplendorosa época.

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La obra más famosa de Pieter Pourbus es un óleo de grandes dimensiones: “El Juicio Final”, mide 2,28 metros de largo por 1,81 de ancho se puede ver en el Museo Groeninge de Brujas. El centro del arte en la ciudad es posiblemente la visita obligatoria para los amantes del arte flamenco. 

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El museo Groeninge de Brujas dispone de una aplicación móvil donde consultar toda la información de la exposición. Además, en el propio museo también se puede descubrir esta app a través de una pantalla táctil.

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