Una visita exprés por la histórica Malinas y su legado de Borgoña
A unos 20 minutos en tren desde Bruselas, si bien es cierto que todo está cerca en la región flamenca de Bélgica, se ubica la bella e histórica ciudad de Malinas que tuvo una gran importancia durante el periodo de los llamados Países Bajos Borgoñeses. Durante el periodo de Margarita de Austria se convirtió en capital de dicho territorio, donde se instalaron los nobles de Borgoña y en la actualidad mantiene muchos vestigios arquitectónicos e históricos para realizar visita diferente.
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Disfrutar de un café en la Plaza Vismarkt es estar a la última. Allí es donde se congregan los jóvenes y universitarios para compartir su día, en este lugar cercano a la Plaza Mayor se ubica un edificio modernista que choca con el panorama arquitectónico de la ciudad, antigua fábrica de cerveza que ahora es el centro de congresos.
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Al otro lado de la Plaza Mayor o Grote Markt se sitúa el Ayuntamiento. Lo que comenzó como una lonja de paños, en este edifico se guardaban los documentos importantes de la ciudad y fue también prisión municipal ahora es el Ayuntamiento de Malinas.
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Bajo la predominante torre de San Rumoldo, la Plaza Mayor de Malinas es el lugar de paso de la vida cotidiana en la ciudad belga y punto de encuentro de lo vecinos de la ciudad. Realizando una vista general y circular de la misma plaza se observa cómo se distribuyen varios edificios históricos de épocas y estilos diferentes. Al otro se encuentra también el Ayuntamiento, uno de los principales edificios de la ciudad.
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En la plaza Schoenmarkt, entre la torre de San Rumoldo y el el edificio Schepenhuis, se sitúa la estatua de Margarita de Austria en Malinas. Gobernadora de los Países Bajos durante parte del siglo XVI.
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El Puente Grootbrug está considerado uno de los puentes más antiguos de Malinas y posiblemente de todo Flandes y por supuesto Bélgica. Es una parada romántica y pintoresca que añade más riqueza arquitectónica e histórica a esta urbe flamenca de sobrada fama.
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El Greon Waterke es uno de los muchos rincones románticos que posee la ciudad flamenca de Malinas.
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A principios del siglo XIII comenzó su construcción, y ya se sabe que lo bueno se hace esperar. Se inauguró alrededor de 1450 y a partir de esa fecha comenzó a construirse la torre, ahora símbolo de la ciudad. Posteriormente la iglesia se convirtió en catedral y como dato curioso en su interior aparecen los escudos de armas de los caballeros que participaron en 1491 en la reunión de la Orden del Toisón de Oro, bajo las órdenes de Felipe el Hermoso.
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Perderse paseando por Malinas para descubrir algunos de sus callejones que parecen sacados de un cuento medieval.
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De Gouden Vis, uno de los cafés con más encanto de toda Malinas.
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La avenida principal de la ciudad flamenca de Malinas, donde bulle la vida universitaria y los comercios abren sus puertas durante el día.
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El Palacio del Gran Consejo de Malinas en Flandes es un edificio construido en estilo gótico tardío pensado para albergar la corte suprema de los Países Bajos borgoñeses.
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La iglesia de san Pedro y San Pablo. Es la llamada iglesia de Margarita de Borgoña, ya que durante sus años en la ciudad tuvo mucha relación ala desaparecida antigua iglesia del mismo nombre situada frente a la actual. Cuando fue demolida, en el siglo XVIII, la parroquia se traslado a la entonces vacía iglesia jesuita de estilo barroco.
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El bonito patio interior del Palacio de Margarita de Austria en Malinas. Construido en el siglo XVI, fue el primer edificio fuera de Italia que se diseñó en estilo renacentista.
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El Palacio de van Busleyden, inaugurado en junio de este año 2018, es una buena forma de conocer el periodo de Borgoña en Malinas. Jerónimo de Busleyden fue un importante humanista de principios de 1500 y como tal, gracias a su fortuna, se hizo construir un importante Palacio en la ciudad donde residir y conservar su colección de arte. En la actualidad es un notable museo que muestra el presente y el pasado Borgoñón de la ciudad.
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Una estampa del patio interior del museo. Un coche rojo de época permanece estacionado en lo que para el fotógrafo supone una composición atractiva.
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Uno de los valiosos tapices que posee el museo. La sala dedicada a los tapices permite verlos de cerca seguir con atención la información sobre el proceso de restauración llevado a cabo en algunos de ellos.
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Uno de los principales motivos a tener en cuenta de este museo, que sorprenderá al visitante no informado, es ver los retablos-armario conocidos como Jardincitos Intimos, creados alrededor del siglo XVI.
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Una de las salas del interior del Museo Busleyden permite a sus visitantes utilizar una tablet programada para mostrar una realidad aumentada sobre los frescos de la pared.
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Un mapa interactivo dentro de museo Busleyden muestra las posesiones territoriales de Carlos I durante su reinado. El Imperio español en todo su esplendor.
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