10 obras imprescindibles de Umbral
Francisco Umbral, columnista totémico, ensayista cínico y cronista urgente, murió el 28 de agosto de 2007. Un fallo cardiorrespiratorio lo convirtió, como él dijo de Cela, en un "cadáver exquisito" que nos dejó un legado de 110 libros, de entre los que destacamos los siguientes.
1 / 10
Museo nacional del mal gusto (1975)
Estamos ante un conjunto de artículos en los que Umbral pretende retratar una serie de "objetos de museo" propios, como instituciones, usos y costumbres. Forman parte de este museo “El bebé furioso”, “Los obispos” o “Los refranes”, de los que dice el autor que son “la ortopedia del que no tiene nada que decir”.
2 / 10
Mortal y rosa (1975)
Escrito poco después de morir su hijo, Umbral lamenta su muerte entre reflexiones sobre su persona, su memoria y su contexto social. Carmelo Jordá, de LD, dice con razón que "estaría en mi top de novelas en castellano del siglo XX". El título está sacado de un poema de Pedro Salinas: “... esta corporeidad mortal y rosa / donde el amor inventa su infinito”. Es una obra sobresaliente.
3 / 10
Las ninfas (1975)
Novela sobre la adolescencia, las primeras fantasías sexuales, la posguerra en la capital de provincia. Consiguió con ella el premio Nadal.
4 / 10
El hijo de Greta Garbo (1977)
La República, el azañismo, la guerra y la posguerra giran, como satélites, en torno a la madre de Umbral. El autor retrata a su madre, detalla su universo, incide en el matiz y novela su biografía.
5 / 10
Los helechos arborescentes (1980)
Novela ambientada en Valladolid. En el texto circulan personajes como Goya, Valle-Inclán y Franco. El Francesillo cuenta sus aventuras como recadero de putas, como "Carmen la Galilea, para mí una madre, una amiga, una amante, una puta deleitable, un amor".
6 / 10
Trilogía de Madrid (1984)
Pasan mil personajes –desde Arthur Adamov hasta Francisco de Zurbarán, pasando por Sara Montiel o Raúl del Pozo, "pastorcillo de Cuenca"-, el Prado, el Rastro, los tranvías, y la niña Envidita, que era tonta. Encontramos un aviso a sus discípulos: “Los admiradores escriben mal”.
7 / 10
Del 98 a don Juan Carlos (1992)
Umbral se traviste de historiador en este ensayo. La historia del siglo XX, contada año a año hasta la muerte del dictador Franco como al autor le da la gana.
8 / 10
Leyenda del César Visionario (1992)
Una de las obras favoritas de David Gistau, porque "fue su intento más logrado de construir una emulación de los episodios de Galdós, y por su mítico arranque en el que aparece Franco firmando sentencias de muerte mientras merienda chocolate con picatostes". Quizás presente, junto a Mortal y rosa y La forja de un ladrón (1997), el mejor arranque de entre todas sus obras. Le valió el Premio de la Crítica.
9 / 10
Diccionario de literatura: España: 1941-1995: de la posguerra a la modernidad (1995)
"Este diccionario toma de arranque los primeros cuarenta, la posguerra, empieza a inventariar la literatura cuando aún no había literatura, después de una guerra atroz y nada inocente ni casual. Claro que el elemental, escolar, tierno y férreo orden alfabético desdibuja un poco todo esto, pues aquí no nos atenemos al paso del tiempo sino al paso colegial y practicón de las letras", arranca Umbral. Obra cruel, desproporcionada, cínica, polémica. Una de las obras favoritas de Antonio Lucas por ser "tan cabrón, tan descompensado, tan desafiante, tan molestón".
10 / 10
Días felices en Argüelles (2005)
"Hay muchas maneras de hacer un libro de memorias, pero la más saludable es ésta", dice Umbral en su prólogo. Memorias refrescantes: el autor reflexiona sobre el ejercicio de escribir, sobre el Periodismo, sobre su literatura. Madrid, los madriles y otro gran número de personajes figuran en sus páginas.
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