El Prado cumple 199 años e inicia los actos de su Bicentenario
La exposición "Museo del Prado 1819-2019. Un lugar de memoria" propone un recorrido cronológico por la historia del museo. La muestra, comisariada por Javier Portús, reúne 168 obras a las que acompañan reproducciones fotográficas, carteles, libros, gráficos, mapas e instalaciones audiovisuales.
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Cristo crucificado (h. 1632), de Diego Velázquez
Velázquez fue un artista "moderno" que influyó de manera importante en el desarrollo de la carrera de pintores como Manet, Sargent, Chase, Rosales, Sorolla o Picasso.
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Díptico con 42 vistas monumentales de ciudades españolas (1833 - 1838), de Pérez Villaamil y Duguet
Cuando se abrió el museo, solo se expusieron cuadros de artistas españoles y las primeras adquisiciones que se hicieron fueron de obras de pintores nacionales hasta entonces mal representados en las colecciones reales.
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María Isabel de Braganza como fundadora del Museo (1829), de Bernardo López Piquer
La exposición cuenta con un total de 168 obras originales, de las que 134 forman parte de las colecciones propias y las 34 restantes se reciben en préstamo desde distintas instituciones nacionales e internacionales - EEUU, Francia, Hungría, Reino Unido, Israel, Alemania y Rusia-.
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Bozzetto de la figura de Velázquez (1840 - 1850), de Ludwig Schwanthale.
Hasta 1898 el Prado, lejos de ser exclusivamente un museo de "pintura antigua", fue un museo moderno, que en sus salas exponía pintura contemporánea.
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En la galería de Dresde (1881), de Karl Louis Preusser.
El Museo del Prado ha sido lugar de inspiración para artistas de toda Europa.
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Bodegón con ramo de flores (1871), de Renoir
La exposición muestra obras de artistas que durante los dos siglos de vida del Prado han dialogado con sus colecciones - como Renoir, Manet, Chase, Picasso, Arikha, Rosales, Saura y Pollock, entre otros-.
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Amazona de frente (1882), de Édouard Manet.
El recorrido cronológico se articula en ocho etapas a través de las que se muestra cómo la institución ha desarrollado una personalidad propia, que a su vez ha sido reflejo del devenir histórico del país. Entre los temas tratados destaca, por su relevancia artística, el de la importancia que ha tenido el museo como espacio de reflexión e inspiración para sucesivas generaciones de artistas nacionales e internacionales, que se encuentra representado con obras de Renoir, Manet, Chase, Sargent, Arikha o Pollock.
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Alice in the Mirror, de William M. Chase
William Merritt Chase se sintió atraído por España y por los artistas españoles. Bajo esa fascinación y en busca de Diego Velázquez, viajó a España por primera vez en 1881 y copió en el Museo del Prado Las meninas y Las hilanderas.
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Vista de la sala de Velázquez (1900 - 1907), de José Lacoste y Borde
El recorrido ilustra también, sirviéndose de todo tipo de documentos y obras de arte representativas en cada caso, los avatares institucionales del Prado; la manera como han ido creciendo sus colecciones, y la variedad de fórmulas que se han empleado para ello.
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Escenas de La historia de Nastagio degli Onesti (1483), de Sandro Botticelli.
Escenas de La historia de Nastagio degli Onesti (1483), de Sandro Botticelli. Técnica mixta sobre tabla.
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Cabeza sumeria
Cabeza sumeria (2120 a.C). Diorita.
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Grupo de espectadoras ante una copia de Las hilanderas, de Velázquez. Cebreros, 13-17 de noviembre de 1932.
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Desnudo tumbado, de Pablo Picasso
Desnudo tumbado, de Pablo Picasso. Óleo sobre lienzo.
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La antesala, de Equipo Crónica.
El Equipo Crónica encuentra en las colecciones del Museo una de sus más recurrentes fuentes iconográficas.
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Las Meninas (1957), de Pablo Picasso
Picasso, como muchos otros artistas, se sintió especialmente atraídos por Las meninas, una obra cuya complejidad narrativa y estructural la hace muy atractiva al pensamiento contemporáneo.
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La condesa de chinchón (1800), de Francisco de Goya
El retrato está documentado por la correspondencia de la reina María Luisa y Godoy entre el 22 de abril y principios de mayo de 1800, cuando se ultimaban los preparativos para que Goya pintara en Aranjuez el cuadro de La familia de Carlos IV.
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"1819-2019. Un lugar de memoria" se centra en el diálogo entre el Museo y la sociedad, la política patrimonial española, las tendencias que han orientado el incremento de sus colecciones, y la conversión del Prado en un referente para que escritores, intelectuales y artistas nacionales e internacionales.
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