Menú

Once películas (más dos) para celebrar el Orgullo Gay

Para el Día del Orgullo Gay proponemos diez películas (más dos de postre) recomendables, en orden cronológico inverso.  

Girl (Lukas Dhont, 2018)
1 / 13

Girl (Lukas Dhont, 2018)

Premiada en Cannes con la Caméra d'Or, es la mejor película sobre la temática transgénero. A través de las peripecias en un grupo de ballet femenino, acompañamos a Lara, una chica transgénero que todavía conserva los atributos sexuales masculinos. La dialéctica entre la exigencias torrenciales del ballet femenino y el tempo pausado de la medicina, el apoyo familiar no exento de aristas y el acoso de sus compañeras, nos revela la tensión psíquica y física que tiene que sufrir alguien en plena transformación radical. La actuación del primerizo Victor Polster es prodigiosa, tanto por sus dotes como bailarín, tras un duro entrenamiento para bailar como una mujer, como por la sensibilidad y naturalidad con las que expresa los matices del dolor físico y emocional de la protagonista.

'120 latidos por minuto' (Robin Campillo, 2017)
2 / 13

'120 latidos por minuto' (Robin Campillo, 2017)

Francesa hasta las cachas -torrentera de hablar, sexo explícito, perspectiva conceptual y naturalismo actoral- evita el fácil maniqueísmo –carga tanto contra Mitterrand y Baudrillard como contra la industria farmacéutica– y la sensiblería que hace llorar a Spielberg. En los inicios de la epidemia de SIDA, un grupo de activistas LGTBI lucha para que el gobierno socialista y las farmacéuticas capitalistas vayan más rápido en la búsqueda de una cura para la enfermedad que, además de matarlos, los estigmatiza. Reivindicativa y militante, sin embargo, Campillo opta por un punto de vista que enmarca el combate por sus vidas como una gran fiesta trágica, dionisiaca y política, que mereció la pena vivir aunque el desenlace fuera fatal. Un Premio del Jurado en el Festival de Cannes totalmente merecido.

'La vida de Adele' (Abdellatif Kechiche, 2013)
3 / 13

'La vida de Adele' (Abdellatif Kechiche, 2013)

El descubrimiento de la orientación sexual fuera de lo que se esperaba de ella, y ella misma sospechaba, hace que la vida de Adéle (maravillosamente interpretada por Adele Exarchopoulos) transite en 180 minutos del cielo sentimental al infierno pasional. El flechazo, el crush, el sexo, el amor fou, la ruptura, el acoso… pocas veces se han visto retratadas en el cine con mayor cantidad de matices y con más descaro visual. Una Palma de Oro en Cannes de calle.

'Brokeback Mountain' (Ang Lee, 2005)
4 / 13

'Brokeback Mountain' (Ang Lee, 2005)

Una vuelta de tuerca al universo del western. Duros vaqueros –en este caso, ovejeros– enfrentados a la soledad y destinados a hacerse compañía terminan sintiendo algo que no pueden permitirse el lujo de sentir. En lugar de duelos a pistola limpia, enfrentamientos contra los estereotipos sucios. Heath Ledger y Jake Gyllenhaal protagonizan una especie de Duelo en la alta sierra (John Peckimpah, 1962) en clave homosexual. Contenida y austera en la forma, volcánica y turbadora en el fondo, la película de Ang Lee ganó el Oscar a la mejor dirección pero, incomprensiblemente (o no tanto), no a mejor película, que se llevó la muy inferior Crash (Paul Haggis, 2004).

'Happy together' (Wong Kar-Wai, 1994)
5 / 13

'Happy together' (Wong Kar-Wai, 1994)

Película posmoderna por antonomasia, o cuando la nouvelle vague se encontró con Miami Vice, Godard con Michael Mann. Virtuosismo en los movimientos de cámara, esteticismo a chorros, amores imposibles de Hong Kong a Buenos Aires, las película de Wong Kar-wai son más bien experiencias visuales en las que dejarse transportar a través de este Cumbres borrascosas transmutadas en Cataratas salvajes. El cine como opio del espectador (sin demonizar el opio). 

'Fresa y Chocolate' (Tomás Gutiérrez Alea, 1993)
6 / 13

'Fresa y Chocolate' (Tomás Gutiérrez Alea, 1993)

El más grande cineasta cubano, Tomás Gutiérrez Alea, trazó en el terreno de la ficción la gran denuncia, dentro de los parámetros permitidos por la censura cubana, del régimen castrista contra los disidentes en general y contra los homosexuales en particular. En Fresa y chocolate, Diego terminaba exclamando, entre helados de fresa y un libro de Severo Sarduy: ¡Viva Cuba democrática! Menos festiva es Antes que anochezca (Schnabel, 2001), también denuncia de cómo los regímenes socialistas han condenado la homosexualidad como "vicio burgués", con Javier Bardem encarnando al poeta Reinaldo Arenas. La nota de suicidio de Arenas en Nueva York decía "Cuba será libre. Yo ya lo soy".

'Maurice' (James Ivory, 1987)
7 / 13

'Maurice' (James Ivory, 1987)

Cuando Guadagnino rodó Call me by your name hace un par de años es posible que los más jóvenes espectadores nunca hubiesen oído hablar de la película que hizo famoso a su productor, James Ivory. En los años 80 todavía era escandaloso y reivindicativo una película sobre el despertar homosexual (Turing no fue rehabilitado hasta 2013) y Maurice, entre paseos en barca comentando a Platón y cenas aristocráticas, vino a darle un marchamo de respetabilidad burguesa a lo que hasta entonces tenía un injusto aire a lumpen. 

'La ley del deseo' (Pedro Almodóvar, 1987)
8 / 13

'La ley del deseo' (Pedro Almodóvar, 1987)

Si hubiese que fijar una fecha como año cinematográfico del Orgullo Gay sería, sin duda, 1987. Donde Ivory se mostró circunspecto y elegante, Almodóvar se lanzó como una ola a través de un laberinto de pasiones de la mano de Eusebio Poncela, Antonio Banderas y Miguel Molina. Disfrazado de género negro, en realidad La ley del deseo es una ópera desaforada, vibrante y loca, siempre al borde del desastre pero que se consigue salvar en el último momento. La secuencia de Carmen Maura, interpretando a un personaje trans, regada en mitad de una calurosa noche madrileña es la más icónica de Pedroooooooooo.

'Querelle' (Fassbinder, 1982)
9 / 13

'Querelle' (Fassbinder, 1982)

Última película del director alemán, Querelle pone en imágenes un texto de Jean Genet sobre un marinero fascinante y seductor. Fassbinder había ya indagado en la conciencia y el contexto de la homosexualidad (La ley del más fuerte, Un año con 13 lunas) pero aquí llega a la hipérbole absoluta, siendo más provocador que nunca, más exaltado y visionario.

'A la caza' (William Friedkin, 1980)
10 / 13

'A la caza' (William Friedkin, 1980)

Un policía (Al Pacino) se infiltra en los ambientes gays de sadomasoquismo de Nueva York para atrapar a un asesino de homosexuales. En 1980 A la caza fue un escándalo y la comunidad gay lo boicoteó. 40 minutos cortados por la puritana productora. Fue nominada a tres Premios Razzie: Peor película, director y guión. Treinta años después, se ha convertido en un film de culto entre la comunidad gay aunque Pacino jamás habla de ella. La estética y la profesionalidad finalmente han triunfado sobre lo políticamente correcto.

'La calumnia' (William Wyler, 1961)
11 / 13

'La calumnia' (William Wyler, 1961)

Karen (Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine) son las directoras de una exclusiva escuela para niñas. Se verán envueltas en una “acusación” de lesbianismo por un comentario al azar. Todo ciclo sobre LGTBI debería empezar por esta película para mostrar cómo la homosexualidad era considerada un crimen de manera universal hasta los años 60, cuando se empezó tímidamente a reconocer la legitimidad de cualquier orientación sexual. 

'Retorno a Brideshead' (1981)
12 / 13

'Retorno a Brideshead' (1981)

Y de postre, una serie y un documental. De vez en cuando los británicos realizan una serie o una película de cuando eran los amos conscientes del mundo, siempre con un toque de nostalgia, jamás pidiendo perdón por ello. Arriba y abajo marcó el sendero que luego siguieron Maurice (James Ivory), La casa de la alegría (Terence Davies), Lo que queda del día (James Ivory). Pero la obra maestra es la serie Retorno a Brideshead de Charles Sturridge sobre la novela de Evelyn Waugh.

'Conducta impropia' (1984).
13 / 13

'Conducta impropia' (1984).

El documental Conducta impropia de Almendros y Jiménez-Leal es una carta cinematográfica de denuncia del régimen totalitario de sesgo comunista que Fidel Castro implantó en Cuba en la década de los 50: la palabra de las víctimas homosexuales se superpone victoriosa a la de los verdugos comunistas.

Temas

Recomendamos

0
comentarios