Sharon Stone cumple 60 años y ha pasado por todo

Sharon Stone llega a los 60 años habiendo probado todo. La dureza de los comienzos en Hollywood, las mieles del éxito, el fracaso de quien se ve rechazada por llegar a los 40... Además de un gravísimo problema de salud, por fortuna superado. A sus 60, Sharon -agraciada con un cuerpo y un coeficiente intelectual de escándalo- puede presumir de sabérselas todas...

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Nacida en Pensilvania, Sharon Stone fue la segunda de cuatro hermanos. Ya en sus inicios como modelo, poco podía sospechar que se convertiría en el mayor sex symbol de los noventa, y quizá una de las últimas grande estrellas de cine femeninas de Hollywood del siglo pasado.

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Poco a poco, Stone fue abriéndose sitio. En 1986 protagonizó junto a Richard Chamberlain un remedo de serie B de Indiana Jones, Allan Quatermain en busca de la ciudad perdida. La actriz iba convirtiéndose en un nombre familiar para los productores, de modo que cuando la fama saltó, Sharon ya llevaba su mochila de experiencia a sus espaldas.

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Stone es una de las personalidades más inteligentes de Hollywood. Y no, no lo decimos por decir: su coeficiente roza los 150, lo que permitió comenzar en la Universidad de Edinboro (Pennsylvania) a los 15 años. Además, pertenece a ños su pertenencia al Mensa, una asociación internacional de personas superdotadas. En la imagen, en un capítulo de la serie Magnum, junto a Tom Selleck.

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Apodada Charito Piedra por su duro carácter en un rodaje español del que hablaremos más adelante, Stone se curtió en decenas de películas hasta su salto al estrellato. No faltó, ni siquiera, un papel en una de las secuelas de Loca Academia de Policía, la cuarta (Los ciudadanos se defienden, 1987).

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Las cosas empezaron a ir bien después de una década de trabajo, y Sharon Stone consiguió un papel secundario en un hit de ciencia ficción de Schwarzenegger, Desafío Total. La película, ambientada en un Marte ideado por Philip K. Dick, fue la más cara jamás realizada hasta 1990... y su primera colaboración con el malicioso Paul Verhoeven, director que solo un par de años después iba a ofrecerle el papel de su vida.

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Esta imagen, perteneciente a Instinto Básico (1992) bastó para convertir a Sharon Stone en estrella. Su papel de la peligrosa pero fascinante Catherine Tramell, una misteriosa escritora implicada en una serie de crímenes, dio en la diana del éxito y generó todo tipo de críticas de colectivos LGBT. El famoso cruce de piernas (en la imagen) y las explícitas escenas de sexo del filme del holandés Paul Verhoeven eran lo nunca visto en el cine comercial americano. La película creó escuela y sobrevinieron dos decenas de thrillers eróticos.

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Cuando saltó a la fama, los medios patrios llamaron la atención de su presencia en la española Sangre y Arena (1989), un drama de Javier Elorrieta basado en la obra de Blasco Ibáñez donde interpretaba a la sufrida pareja de un torero. En ella ya interpretaba alguna escena subida de tono.

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Solo tres años después de Instinto Básico, y para reivindicar su categoría de actriz, Stone protagonizó junto a DeNiro y Pesci la mafiosa Casino, de Martin Scorsese. Aunque no ganó, sí fue nominada al Oscar a la mejor actriz y recibió el respeto de crítica y público.

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La actriz tuvo que esforzarse, sin embargo, para salir del rol "sexy" que le adjudicaban los estudios de cine. En Sliver (Acosada), del mismo guionista que Instinto Básico, era una inocente chica espiada por unos vecinos mirones de tendencias criminales. La taquilla en este caso no fue la esperada.

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Hace tres años, a sus 57, Stone se atrevió a posar desnuda para Harper's Bazaar, demostrando que retenía absolutamente toda su belleza y celebrar, de paso, su plena recuperación del ictus.

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Entre 1998 y 2004 estuvo casada con Phil Bronstein, editor del San Francisco Chronicle. La de su segundo marido ha sido la relación más fuerte y duradera de la actriz, aunque Bronstein acabó solicitando el divorcio algunos años después de su grave crisis de salud. Cuatro años más tarde perdió la custodia de su hijo mayor, adoptado en el 2000. Fueron los años más complicados para Sharon Stone.

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Con su segundo marido vivió momentos de felicidad conyugal. Es madre de tres hijos adoptados, Roan Joseph Bronstein (2000), Laird Vonne Stone (2005) y Quinn Kelly Stone (2006). En el momento de la llegada de su primer hijo todavía no había llegado lo peor, un problema de salud que a punto estuvo de matarla.

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En un intento de recuperar éxitos pasados, Stone accedió a la secuela de Instinto Básico. La película, estrenada en 2006, fue un fracaso de crítica y público que supuso un duro varapalo para su carrera. Stone, no obstante, ha sabido dar un paso atrás al cine independiente y los papeles secundarios.

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En el 2001 sufrió un grave derrame cerebral que le dejó graves secuelas y obligó a Stone a aparcar su carrera profesional. Años después hablaría de las secuelas, entre ellas, perder parte de la visión y la sensibilidad en una pierna. Además, tuvo que aprender a leer de nuevo.

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Así reaccionó, con una risa histérica, Sharon Stone cuando un entrevistador Lee Cowan, de la CBS, le preguntó si había sufrido abusos sexuales en Hollywood. Y con eso, lo dijo todo. A sus 60 años y probablemente de vuelta de todo, Stone puso su particular (y explícita) aportación a la era post-Harvey Weinstein. "He visto de todo", sentenció.