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Siete plantas con las que convives y que podrían matarte

Las habrás visto en jardines o en el campo pero probablemente no sepas que son muy venenosas. 

Tejo (Taxus baccata)
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Tejo (Taxus baccata)

Una de las especies más utilizadas en España para plantar setos, lo que la hace muy común en parques y jardines, es muy peligrosa. Su ingesta provoca trastornos digestivos, nerviosos, respiratorios y cardiovasculares muchas veces irreversibles. Se da la circunstancia de que la vaina de textura carnosa que envuelve sus semillas se puede comer. Sin embargo, la semilla contiene taxina y taxol, dos potentes agentes nerviosos que pueden resultar fatales pero con los que se investiga para la lucha contra el cáncer. Los celtas la utilizaban para envenenar las flechas con las que cazaban.

Acebo (Ilex aquifolium)
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Acebo (Ilex aquifolium)

El arbusto más representativo de la navidad con sus característicos frutos rojos es enormemente peligroso. Aunque sus hojas se utilizan por tener cualidades medicinales como laxantes, la ingestión de sus frutos rojos, ricos en ilicina, provoca problemas nerviosos, y la ingestión de poco más de una docena de ellos puede producir la muerte en niños pequeños.

Cicuta (Conium maculatum)
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Cicuta (Conium maculatum)

Se trata de una de las plantas más venenosas de la flora ibérica y es muy habitual en multitud de parques y jardines urbanos, algo de lo que no es consciente la mayor parte de la población. El simple hecho de tocarla provoca que desprenda un desagradable olor. Famosa por ser el veneno que utilizó el filósofo griego Sócrates para quitarse la vida,  es fácil confundirla con el hinojo o el perejil, aunque se distingue por las manchas rojizas de su tallo. Provoca trastornos nerviosos y respiratorios y puede llegar a producir la muerte por parálisis del diafragma. La mayor concentración de veneno se encuentra en la semilla: con sólo un gramo es suficiente para condenar a una persona a una muerte violenta mientras que si se utilizan las hojas se necesitarán alrededor de 10 gramos.

Adelfa (Nerium oleander)
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Adelfa (Nerium oleander)

Dicen de ella que es la planta más venenosa del mundo puesto que todas sus partes son ponzoñosas. Es tan tóxica que desde el 2004 está prohibida la venta en nuestro país, aunque sigue siendo muy habitual en jardines. Su potente veneno contiene varias toxinas (como la oleandrina) que actúan sobre el corazón. La ingesta por error de esta planta provoca náuseas, vómitos, vértigo, deposiciones, excitación y depresión, convulsiones, arritmias, taquicardias y finalmente la parada cardíaca. Durante el transcurso de la Guerra de la Independencia Española, un pelotón de soldados de Napoleón utilizó para asar carne unas estacas de adelfa que encontraron cerca de donde acampaban. Ocho de ellos fallecieron y cuatro pudieron contarlo tras superar una violenta intoxicación.

Hierba de pordiosero (Clematis Vitalba)
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Hierba de pordiosero (Clematis Vitalba)

Recibe su nombre por ser haber sido utilizada por los mendigos cuando se frotaban la planta para provocarse irritaciones y transmitir pena a la hora de pedir limosna. Se distribuye por la región mediterránea, oeste y centro de Europa. En España esta planta trepadora es muy común en la zona de Asturias y parte de León. El agente tóxico que contiene se llama protoanemonina: puede producir intoxicación generalizada por su absorción por vía cutánea. Si se ingiere, provoca gastroenteritis diarreicas, náuseas, lesión renal e incluso la muerte por parálisis respiratoria.

Nueza (Bryonia cretica subsp. Dioica)
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Nueza (Bryonia cretica subsp. Dioica)

Se encuentra en claros de bosques y sobre todo es abundante en el norte de España. Su venta está prohibida. La ingesta de frutos esta planta puede causar una severa irritación gastrointestinal, con vómitos, diarreas , hemorragias intestinales, inflamación de los riñones y finalmente la muerte por colapso cardiorrespiratorio. 

Acónito (Aconitum napellus)
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Acónito (Aconitum napellus)

Esta bella planta ornamental es probablemente el vegetal más tóxico de nuestra flora. Tocar una de ellas puede provocar dermatitis y si su savia penetrase por la herida de uno de nuestros dedos tendríamos un serio problema. Bastaría con ingerir una pequeña parte de la planta para provocar graves trastornos nerviosos, cerebrales y cardíacos, que provocan la muerte con enorme velocidad. Las cinco especies de acónito que existen en España tienen la misma toxicidad. Los agentes tóxicos que podemos encontrar en el Acónito son entre otros la napelina y la aconitina, que resulta mortal en el hombre en dosis superiores a los 3mg. 

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