La existencia de
vínculos entre la célula ligada al Grupo islámico de Combatientes Marroquíes desarticulada la semana pasada en Francia y los atentados de Madrid no está confirmada "de momento", pero tampoco puede excluirse del todo. Investigadores europeos sospechan que los terroristas arrestados cerca de
París financiaron la masacre del
11-M a través de robos a bancos y fraudes en los cajeros automáticos franceses.