El presidente de la Generalidad se ha retrotraído un año y medio para encontrar argumentos que justifiquen las crisis en Cataluña. Ante el Consejo Nacional del PSC, Maragall recurrió a un discurso victimista ante el "complot" de CiU y PP y explicó que la querella presentada por los convergentes sólo responde al afán de revancha por lo que consideran una "usurpación del orden natural político en Cataluña". Pujol, que ha desvelado contactos con el PSOE, ha dado por concluida la "vía catalana" para la reforma del Estatuto.

Con motivo del primer aniversario del 11-M, el presidente del Gobierno ha concedido una entrevista a la revista de la Fundación Víctimas del Terrorismo en la que sostiene que no se puede utilizar “el sufrimiento de las víctimas” del terrorismo "buscando rentabilidad política" y aprovecha para exigir "responsabilidad" a los gobernantes y a los partidos políticos. Zapatero también elogia el papel de Peces Barba, del que dice que realiza “una actividad de acercamiento” entre las víctimas y aunque reconoce que "todas son iguales, el 11 de marzo ha supuesto un vuelco en el seno de las asociaciones". 

El líder del PP le ha puesto una condición a Zapatero para retomar el diálogo sobre las reformas institucionales: que obligue al candidato socialista a lehendakari, Patxi López, a retirar su proyecto de reforma estatutaria. Rajoy subrayó que el proyecto político que defiende el PSE no es más que una “treta” para demostrar a Juan José Ibarretxe que se presentan a las elecciones con un plan igual que el suyo, salvo en lo que concierne a la "independencia".