A pesar del plan del Ministerio de Medioambiente y de la
buena acogida que tuvo en el Gobierno de Zapatero la entrada
en vigor del Protocolo de Kioto, las emisiones de los denominados "gases de efecto invernadero" aumentaron el año pasado hasta superar en un 45,6 por ciento la cantidad de 1990, lo que sitúa a España como el país de la UE más alejado de los objetivos del Protocolo. Esto supondrá un mayor
gasto para las empresas que tendrán que comprar derechos de emisión a los países "menos contaminantes".