Alberto II asumió este sábado definitivamente el trono de Mónaco en presencia de representantes de dieciséis delegaciones extranjeras, entre ellas varias casas reales. Sin embargo, a la ceremonia no acudió ninguna representación de la Casa Real española después del
incidente durante la presentación de la candidatura de Madrid a los JJOO de 2012, cuando el príncipe monegasco puso en duda la seguridad de la capital española. Uno de sus primeros actos como monarca fue reconocer la
paternidad de un hijo ilegítimo el mismo día que acababa el luto por su padre.