El Gobierno sigue recurriendo a la versión oficial sobre el 11-M pese a que las últimas revelaciones periodísticas de Libertad Digital y El Mundo han demostrado que muchas de las pruebas en las que se basa toda la instrucción son falsas o fueron manipuladas. Si Zapatero ya dijo que estaba "todo claro", antes incluso de su comparecencia en la comisión de investigación, ahora es el ministro de Defensa el que sostiene que no tiene "ninguna duda" sobre la autoría de los atentados y que se remite a las conclusiones trasladadas por las instituciones del Estado "sobre la verdad de lo que allí ocurrió".

El portavoz de Batasuna-ETA, Pernando Barrena, justificó este lunes los actos de terrorismo callejero de este fin de semana por el "proceso político convulso y de transición". Una justificación que hizo en Madrid, donde dio una rueda de prensa junto a un dirigente del Sinn Fein. Además, insistió en los mensajes que tanto desde ETA como desde su entorno se están enviando en los últimos meses al Ejecutivo, advirtiendo de que la autodeterminación es el único camino para la paz y que no se conformarán con la excarcelación de los terroristas que están en prisión y con la legalización del brazo político de ETA.

Pasqual Maragall ha celebrado su última Diada como presidente de la Generalidad. El todavía líder del PSC, que se siente "sacrificado" por el pacto secreto entre Zapatero y Mas, ha recurrido a un discurso de marcado carácter nacionalista. A pesar de que el Estatuto obtuvo una escasa mayoría en el referéndum, Maragall se refiere al texto estatutario como una "gran victoria". A los tradicionales abucheos de independentistas, en este día, se unían los de un grupo de trabajadores que protestaban por sus despidos. Militantes socialistas contestaban: "Visca, visca, visca, Catalunya socialista!". Mientras, Montilla se mostraba convencido de su victoria electoral y calificaba a Cataluña de "nuestro país".