El nuevo jefe del Pentágono, Robert Gates, recomendará al presidente Bush incrementar las fuerzas armadas en 92.000 nuevos soldados e infantes de marina en un plazo de cinco años. En una conferencia de prensa en la que explicó los aspectos militares de la nueva estrategia para Irak de EEUU, el secretario de Defensa anunció que su propuesta consiste en incrementar la capacidad del ejército en 65.000 nuevos soldados, y la del Cuerpo de Marines en 27.000 nuevos infantes para "incrementar la capacidad de combate". Gates y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, intentan convencer a la mayoría demócrata para que el Congreso dé su visto a los planes de Bush. Además, los republicanos pondrán especial énfasis en convencer a la opinión pública de EEUU.

El nuevo presidente de Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega, anunció la incorporación de su país a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), inspirada en los principios antiliberales y socialistas de los regiménes de Chávez y la dictadura de castrista, para intentar contrarestar el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA). La investidura de Ortega se convirtió en un festival populista en el que el presidente venezolano Hugo Chávez, acaparó todo el protagonismo. Además, la ceremonia constituyó un explícito compromiso de unidad política entre Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Cuba, y un homenaje al dictador, Fidel Castro.

Mandos de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN han confirmado la muerte de más de 150 talibanes en el distrito afgano de Bermel. Fuerzas occidentales y afganas detectaron que, divididos en dos grupos, cientos de terroristas se infiltraban en la provincia oriental de Paktika. Los talibanes se congregaron en territorio paquistaní, cruzaron la frontera y atacaron bases de las fuerzas internacionales. La respuesta de los soldados de la Alianza Atlántica incluyó fuego de artillería y cobertura aérea. Se trata del primer combate con un número elevado de bajas de este año, después de que 2006 se convirtiera en el más sangriento desde que el Ejército de EEUU derrocó al régimen integrista talibán en 2001.