El presidente del Gobierno ha hecho un inaudito
regalo a Marruecos, al reconocer, por primera vez, la soberanía de este país sobre las aguas del banco pesquero canario-sahariano. Ha sido este sábado, y ha sido en Canarias, una región especialmente sensible a las veleidades expansionistas de Rabat. En un mitin en Tenerife,
José Luis Rodríguez Zapatero se ha felicitado, por dos veces, de que los pesqueros españoles vuelvan a faenar en "los caladeros marroquíes". La protesta de un espectador, que le acusó a viva voz de
"vender el Sáhara" ha costado a éste un desalojo forzoso y ser retenido en una Comisaría. Las
reacciones no se han hecho esperar. Analistas y diplomáticos califican el gesto de "paso adelante en la política de hechos consumados" favorable al plan de Marruecos de una autonomía limitada para el Sáhara. El
PP ha responsabilizado a Zapatero de llevar las aguas marroquíes "hasta Lanzarote".
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