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Aquel 11 de septiembre en Santiago

Tras la renuncia de Carlos Prats como comandante en jefe del Ejército chileno el 23 de agosto de 1973, el presidente Salvador Allende -por propia recomendación del militar renunciante- designó a la cabeza de las Fuerzas Armadas a Augusto Pinochet.

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En sus memorias, Prats confesó que "creía honestamente que dicho general compartía con sinceridad mi acendrada convicción de que la caótica situación chilena debía resolverse políticamente, sin golpe militar, ya que esto sería su peor solución".

Sin embargo, no fue así. Muchos dicen que Allende –elegido mandatario en noviembre de 1970- sabía que un grupo de militares estaba preparando una acción militar para derrocarlo pero lo que nunca imaginó es que Pinochet estuviera detrás de ella. Apenas dos días antes del golpe, el presidente recibió al general en su chalet de Tomás Moro. Aquel día, Allende le informó que convocaría a un referéndum el 11 ó 12 de septiembre para dar salida a los problemas por lo que el país atravesaba.

El anuncio nunca llegó y, a primeras horas del 11 de septiembre de 1973, la Marina chilena se sublevó en Valparaíso. Era el inicio del golpe de Estado. El centro de la acción militar se trasladó rápidamente a Santiago y, sin demora, los soldados y tanques tomaron cada calle, cada esquina de la capital.

Allende se encontraba en el Palacio de la Moneda junto a algunos ministros y decidió esperar allí los acontecimientos. Pronto se vio casi totalmente desguarnecido con el retiro de la guardia presidencial.

El bombardeo a La Moneda empezó al mediodía. La Fuerza Aérea de Chile tomó parte del golpe al enviar dos aviones Hawker Hunter que desataron un endemoniado ataque dejando al Palacio en llamas.

Listos para negociar, el presidente envió una delegación encabezada por el ministro de Educación, Fernando Flores. El grupo no regresó y sus componentes fueron deportados al centro de detención de la isla de Dawson, en el extremo sur de Chile.

Alrededor de las dos de la tarde, las tropas rebeldes tomaron la segunda planta del Palacio. Pronto, un tiroteo enfrentó a los pocos guardias que aún defendían a Allende con los miembros del ejército allí presentes. Algunos testigos revelaron después que oyeron una voces que decían "han matado al presidente".

Sin embargo, la manera en que murió Allende aún no es muy clara. Unos dicen que fue asesinado por los militares y otros que heroicamente prefirió suicidarse. 27 años después, esos hechos no se han aclarado.

En las calles, los chilenos se sublevaron y lucharon de manera desigual contra los soldados. No hay registro de las muertes de aquel día. Los cuerpos fueron amontonados en la morgue, otros enterrados como NN en fosas comunes y el resto tirado al río.

Tras aquel 11 de septiembre, la Junta Militar, integrada por los comandantes en jefe del Ejército, la Marina y la Aviación, tomó el poder encabezada por Pinochet. Sus primeras decisiones fueron derogar la Constitución chilena de 1925 y declarar fuera de la ley a los partidos marxistas.

Lo que siguió fueron muchos asesinatos, una dura represión, desapariciones aún no resueltas y la instauración de los temidos centros de detención o campos de concentración.

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