LD (Agencias) La pena capital se aplica, entre otras causas, para hacer frente a las "acciones inmorales", delitos que son perseguidos por la policías y efectivos de los "Basij" (voluntarios leales al régimen). Mujeres que usan mal el velo islámico, jóvenes que cortan o se hacen un peinado que pueda parecer occidental y tiendas que venden ropa corta o transparente también pueden ser castigadas por no respetar las normas de la religión mahometana, aplicada de forma estricta en Irán.
Los castigos más duros, que llegan a la pena capital, los reciben los condenados por tráfico de drogas, atraco a mano armada, homosexualidad, adulterio y violación, ya que estos delitos son considerados en el Islam como "corrupción en la tierra".
Precisamente esos mismos delitos son los que llevaron esta madrugada a la horca a 30 personas, calificadas todas por las autoridades como "malvadas", según la agencia nacional de noticias, IRNA.
Las ejecuciones fueron llevadas a cabo en la prisión de Evin, en la capital, y los ahorcados tenían "decenas de antecedentes penales", sobre todo en el trafico y la distribución de estupefacientes.
Al menos diez de ellos habían sido condenados por "agresiones sexuales", "el consumo de bebidas alcohólicas", prohibidas en el Islam, y de haber utilizado arma blanca en ataques y luchas callejeras y causado heridas a numerosas personas, explicó IRNA.
"Los 20 restantes eran narcotraficantes y distribuidores de drogas a gran escala. Todos eran 'mufsid fil ard" (corrupto de la tierra)", dijo el fiscal de Teherán, Said Mortazavi, según la televisión estatal.
"Además de causar desorden en la sociedad, esos delincuentes habían participado en el contrabando de drogas en Irán y fuera del país, así como en la formación de bandas organizadas para llevar a cabo acciones delincuentes", añadió.
Asimismo, aseguró que los ejecutados recibieron un juicio justo, y que las sentencias en su contra fueron ratificadas todas por la Corte Suprema iraní, mientras reiteraba el compromiso del régimen de Teherán de seguir adelante con la campaña contra la delincuencia.
"Con los planes para mejorar el estado de la seguridad en las ciudades hemos demostrados nuestra voluntad para hacer frente a la delincuencia y el crimen organizado", dijo Mortazavi, e instó a la población a colaborar con las autoridades por la "seguridad urbana".
"Convertiremos a Teherán en la ciudad más insegura para los delincuentes", recalcó.
Casi todos los países islámicos, no han respondido hasta ahora a los llamamientos para cancelar la pena de muerte, y las ejecuciones son frecuentes en estados como Irán y Arabia Saudí, donde en este último los condenados a la pena capital son ejecutados con sable en público.
Además, las personas condenadas en Irán por adulterio son castigadas por lapidación.
Decenas de iraníes fueron ejecutados el año pasado en Irán por ser "corruptas de la tierra" o "malvadas", término con el que las autoridades de Teherán suelen referirse a los narcotraficantes y a los miembros de los grupos opositores armados.
En septiembre pasado, Irán ejecutó en la ahorca a 21 personas en un mismo día, aunque en distintas cárceles del país.
Precisamente esos mismos delitos son los que llevaron esta madrugada a la horca a 30 personas, calificadas todas por las autoridades como "malvadas", según la agencia nacional de noticias, IRNA.
Las ejecuciones fueron llevadas a cabo en la prisión de Evin, en la capital, y los ahorcados tenían "decenas de antecedentes penales", sobre todo en el trafico y la distribución de estupefacientes.
Al menos diez de ellos habían sido condenados por "agresiones sexuales", "el consumo de bebidas alcohólicas", prohibidas en el Islam, y de haber utilizado arma blanca en ataques y luchas callejeras y causado heridas a numerosas personas, explicó IRNA.
"Los 20 restantes eran narcotraficantes y distribuidores de drogas a gran escala. Todos eran 'mufsid fil ard" (corrupto de la tierra)", dijo el fiscal de Teherán, Said Mortazavi, según la televisión estatal.
"Además de causar desorden en la sociedad, esos delincuentes habían participado en el contrabando de drogas en Irán y fuera del país, así como en la formación de bandas organizadas para llevar a cabo acciones delincuentes", añadió.
Asimismo, aseguró que los ejecutados recibieron un juicio justo, y que las sentencias en su contra fueron ratificadas todas por la Corte Suprema iraní, mientras reiteraba el compromiso del régimen de Teherán de seguir adelante con la campaña contra la delincuencia.
"Con los planes para mejorar el estado de la seguridad en las ciudades hemos demostrados nuestra voluntad para hacer frente a la delincuencia y el crimen organizado", dijo Mortazavi, e instó a la población a colaborar con las autoridades por la "seguridad urbana".
"Convertiremos a Teherán en la ciudad más insegura para los delincuentes", recalcó.
Casi todos los países islámicos, no han respondido hasta ahora a los llamamientos para cancelar la pena de muerte, y las ejecuciones son frecuentes en estados como Irán y Arabia Saudí, donde en este último los condenados a la pena capital son ejecutados con sable en público.
Además, las personas condenadas en Irán por adulterio son castigadas por lapidación.
Decenas de iraníes fueron ejecutados el año pasado en Irán por ser "corruptas de la tierra" o "malvadas", término con el que las autoridades de Teherán suelen referirse a los narcotraficantes y a los miembros de los grupos opositores armados.
En septiembre pasado, Irán ejecutó en la ahorca a 21 personas en un mismo día, aunque en distintas cárceles del país.