La Universidad de Denver acogerá el primer cara a cara entre los candidatos presidenciales, el presidente demócrata Barack Obama y el exgobernador republicano de Massachusetts Mitt Romney. Será a las siete de la tarde, hora local, las 3 de la madrugada en la península ibérica, y se podrá ver en inglés por CSPAN y con traducción simultánea en el canal 24 horas de TVE.
Obama encara el debate con todo a favor. No sólo es el actual titular del cargo, algo que siempre ha otorgado cierta ventaja, sino que va por delante en prácticamente todas las encuestas y cuenta con una prensa rendida a sus pies. Sin embargo, los malos datos económicos, especialmente el elevado –para Estados Unidos– 8% de paro y la impopularidad de alguna de sus medidas como la reforma sanitaria le han hecho vulnerable. Ya no cuenta con el entusiasmo que generó en 2008 incluso entre los independientes, pero le basta con sumar a su favor muchos menos estados aún por decidir que Romney.
El candidato republicano cuenta a su favor con el entusiasmo de sus bases y el Tea Party. No era el preferido casi por nadie, pero la posibilidad de echar a Obama del poder y la elección de Paul Ryan como candidato a la vicepresidencia han sido suficiente. Sin embargo, sigue por detrás en las encuestas y los medios se han encarnizado con él, tanto con razón –como su afirmación de que no haría nada para convencer al "47%" que vive del Estado y votará a Obama– como sin ella –por las críticas a la calamitosa reacción del Gobierno durante la crisis de las embajadas–.
Salvo algún error garrafal, que nadie espera, de alguno de los oponentes, este debate no decidirá nada. Pero es una prueba mucho más importante para el aspirante que para el campeón. Será la primera vez que muchos votantes indecisos le vean hablar, razonar y ofrecer sus propuestas. De hecho, será la primera vez que podrán verle contestar a algunas de las acusaciones que los demócratas y los medios han hecho contra él, en especial sobre Bain Capital, la empresa que fundó y le hizo millonario. Este jueves veremos si ha salido airoso.