Menú

El escándalo sexual de la CIA salpica al jefe de la OTAN en Afganistán

Tras David Petraeus, el escándalo podría derribar a otro militar: John Allen, que también mantuvo comunicaciones con una de las mujeres implicadas.

Tras David Petraeus, el escándalo podría derribar a otro militar: John Allen, que también mantuvo comunicaciones con una de las mujeres implicadas.
David Petraeus, Jill Kelley, John Allen y Paula Broadewell

Lo que parecía una polémica de faldas entre el exdirector de la CIA y una (o dos) mujeres amenaza con convertirse en el escándalo del año. Tras la dimisión de David Petraeus, ahora peligra el puesto del comandante de las tropas aliadas en Afganistán, el general John Allen, que también está siendo investigado por "comunicaciones inapropiadas" con una de las mujeres involucradas, Jill Kelley, que destapó el escándalo. Kelley fue la amiga maronita de Petraeus que recibió correos amenazadores de de Paula Broadewell, biógrafa y amante del exdirector de la CIA.

Segundo implicado: John Allen

Este lunes, el secretario de Defensa de Estados Unidos anunció que ha ordenado al FBI investigar también a John Allen, por sus relaciones con Kelley. Panetta precisó que el general, casado al igual que la amiga de la familia del general Petraeus residente en Tampa (Florida), negó haber actuado incorrectamente y el secretario de Defensa añadió que "merece el debido proceso" tras destacar su exitoso liderazgo en la guerra afgana.

Aunque el general Allen permanece como comandante en jefe de las tropas desplegadas en Afganistán, el secretario de Defensa explicó que había pedido al presidente estadounidense, Barack Obama, que paralizase la designación de Allen como comandante aliado supremo de la OTAN en Bruselas.

Además estaba previsto que comandase las tropas estadounidenses en Europa, nombramientos que se pensaba eran sencillos una vez que Panetta había comunicado su propuesta a Obama, quien accedió a la proposición, recuerda el rotativo neoyorquino.

Respecto al intenso intercambio epistolar, entre 2010 y 2112, - el FBI estima que son entre 10.000 y 20.000 documentos- Panetta no supo aclarar a qué era atribuible tal volumen, ni detalló los asuntos que trataban. En la información que intercambiaron se encuentra el verdadero problema: ¿Compartió Allen información sensible con Kelley? ¿Y Petraeus con Broadewell?.

Tampoco explicó qué posible relación existía entre el intercambio epistolar del general ahora investigado y la amiga maronita de origen libanés de la familia Petraeus y los correos amenazadores que ésta recibió, presuntamente de la amante de Petraeus, según la versión difundida por el FBI de esta investigación.

El secretario de Defensa dijo desconocer cómo Allen conocía a Kelley, aunque el militar, que fue destinado a Afganistán en 2011, había sido el segundo al mando en el Comando Central (CENTCOM), con base en Tampa (Florida) y la prensa estadounidense ha descrito a la mujer como una voluntaria en la base aérea de MacDill en Tampa.

El FBI, en casa de la biógrafa

Por otro lado, agentes del FBI entraron esta noche en la casa de Paula Broadwell en Charlotte (Carolina del Norte), aunque la portavoz Shelley Linch, declinó comentar qué están haciendo los agentes en la casa de Broadwell y con qué propósito fueron a la misma.

Una emisora local asociada a CNN mostró imágenes de los agentes entrando con cajas y bolsas a la casa de Broadwell, pero ninguno quiso hacer comentarios a la prensa. Broadwell, de 40 años, fue biógrafa de Petraeus y tuvo un amorío durante varios meses con él, romance que salió a la luz pública la semana pasada y provocó la renuncia del general retirado al frente de la CIA.

Petraeus no tenía intención de dimitir hasta que se hizo evidente que su relación extramatrimonial con Broadwell iba a quedar al descubierto a raíz de la investigación de sus cuentas de correo electrónico llevada a cabo por el FBI.

¿Cómo se destapó el escándalo?

Esa investigación la inició un agente del FBI amigo de Jill Kelley, la mujer cuya denuncia por ciberacoso llevó a destapar la relación extramatrimonial de Petraeus. Kelley, amiga de la familia Petraeus y residente en Tampa (Florida), contó en mayo al citado agente que había recibido correos amenazantes anónimos y éste llevó el asunto a la Unidad de Delitos Cibernéticos del FBI, que inició una investigación.

En esos correos, enviados desde una cuenta anónima, Broadwell instaba a Kelley a poner fin a su comportamiento "demasiado amable" hacia Petraeus, al parecer porque sentía celos de ella. Cuando los investigadores accedieron al correo de Broadwell encontraron varios mensajes de Petraeus y creyeron en un principio que habían sido enviados por alguien que había pirateado la cuenta del director de la CIA.

Personas cercanas a Petraeus afirman que su romance con Broadwell terminó hace cuatro meses, en coincidencia con los correos amenazantes que recibió Kelley. En algún momento Kelley habló a Petraeus sobre los correos y nombró a Broadwell como la persona que estaba detrás de ellos, de acuerdo con los investigadores. Ésa pudo haber sido la razón por la cual el general escribió a Broadwell pidiéndole que dejara de acosar a Kelley.

Un agente "obsesionado"

Por otro lado, los supervisores del agente del FBI amigo de Kelley que inició la investigación descubrieron que se había "obsesionado" con el caso y en verano le prohibieron continuar vinculado a la investigación, según The Wall Street Journal.

Funcionarios del FBI hallaron que el agente envió fotos de sí mismo con el torso desnudo a Kelley, de acuerdo con fuentes familiarizadas con la investigación. Después de ser excluido del caso el agente puso al corriente del asunto al congresista republicano David Reichert, ante el temor de que el FBI decidiera no continuar con las indagaciones.

El escándalo se complica a medida que se conocen más detalles y el FBI está siendo cuestionado por no haber informado antes de la investigación que destapó su amorío, mientras hay preocupación sobre si la amante de Petraeus obtuvo información clasificada.

Cómo el FBI descubrió la relación extramarital de Petraeus con Broadwell, su biógrafa, ya no es un misterio, pero crecen las dudas sobre por qué el asunto no trascendió hasta la semana pasada pese a que responsables del Departamento de Justicia lo sabían desde el verano.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios