El Servicio Secreto de Estados Unidos, que ha sido duramente criticado por no poder proteger adecuadamente la Casa Blanca, planea reforzarse con la contratación de 700 agentes uniformados y 400 oficiales, según informa la agencia Reuters, que cita fuentes con conocimiento directo de estos planes.
De esta manera, la cantidad de empleados aumentará en un 17 por ciento, pasando de los 6.647 hasta casi 7.750 trabajadores. Esta agencia tiene como objetivo proteger al presidente, a su familia, y a altos funcionarios, además de luchar contra los delitos financieros.
El Servicio Secreto ha confirmado que está llevando a cabo "una iniciativa de contratación agresiva de cara a los próximos años", pero se ha negado a concretar el número de contrataciones previstas. Estas contrataciones podrían comenzar en el inicio del nuevo año fiscal, el próximo mes de octubre.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, designó el pasado mes de febrero a Joseph Clancy como nuevo responsable en firme de esta institución, salpicada en el último año por varios escándalos que han motivado su reorganización.
La anterior directora del Servicio Secreto, Julia Person, dimitió del cargo el 1 de octubre de 2014 después que la institución fuese duramente criticada por una serie de errores. La gota que colmó el vaso fue la entrada de un hombre armado con un cuchillo en el recinto de la Casa Blanca.