Poco después de conocerse el fallo del Tribunal Supremo de EEUU que devolvía a los estados la regulación sobre el aborto, un total de nueve (Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Misuri, Oklahoma, Dakota del Sur, Utah y Wisconsin) han prohibido ya las intervenciones para interrumpir los embarazos. Se espera que pronto se sumen otros estados.
De hecho, en previsión de este fallo, la mayoría de ellos habían aprobado con anterioridad leyes destinadas a prohibir el aborto y que entraron en vigor tan pronto como se hizo pública la decisión del Supremo que propone "acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes elegidos por los ciudadanos", según ha afirmado el juez Samuel Alito, autor del decisión.
¿En qué estados es ilegal el aborto?
Los estados de Arkansas, Idaho, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming habían aprobado las llamadas "leyes resorte" con el objetivo de que entraran en vigor inmediatamente o pasados unos días tras la sentencia del Supremo.
En el caso de Idaho, Tennnessee y Texas, la prohibición a la interrupción del embarazo no entrará en vigor hasta dentro de 30 días, según los datos del Guttmacher Institute. Otros estados, como Arizona, Georgia, Iowa y Michigan, tienen restricciones preparadas que podrían entrar en vigor pronto.
California, Washington y Oregón, los tres estados (todos ellos demócratas) que conforman la costa oeste de Estados Unidos, se han comprometido a "blindar el derecho al aborto" mediante una serie de acciones conjuntas que calificaron como "West Coast offensive" (la ofensiva de la costa oeste).
Además, otros 13 estados (Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Vermont y Rhode Island), así como el Distrito de Columbia, también han adoptado leyes para reforzar el acceso al aborto.
Protestas organizadas por las clínicas abortistas
Durante la tarde del viernes, miles de personas salieron a la calle en decenas de ciudades de Estados Unidos para protestar por la decisión del Supremo. Muchas de las movilizaciones estaban organizadas por grupos como Planned Parenthood, la organización que gestiona la mayor red de clínicas abortistas en Estados Unidos.
Según la cadena CNN, las protestas se escucharon hasta en 70 localidades. Una de las más multitudinarias fue la de Nueva York, donde miles de personas se concentraron en el Washington Square Park; o la de la capital estadounidense, donde centenares de personas se concentraron durante horas frente al Tribunal Supremo al grito de "¡Mi cuerpo, mi decisión!" o "¡Abortemos el Tribunal!".
La mayor parte de las marchas se desarrollaron de manera pacífica, aunque se registraron incidentes en las localidades de Cedar Rapids (Iowa) y Phoenix (Arizona). En Phoenix, la Policía dispersó con gas lacrimógeno a manifestantes que se habían concentrado frente al parlamento de Arizona y que estaban golpeando con fuerza los ventanales del edificio, algo que había obligado a los senadores estatales a interrumpir la sesión.