El hombre, condenado por asesinar a su novia, había robado un fusil del garaje de una granja y se resistió hasta el final. Más de quinientos agentes han participado en una búsqueda, a través de bosques y zonas rurales, que ha obligado a cortar carreteras y ha tenido en vilo a los habitantes de la región. El convicto se fugó el pasado 31 de agosto, escalando de esta forma uno de los muros de la prisión.
