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Robert Kennedy Jr. abandona su candidatura y apoya a Trump, denunciando el sabotaje demócrata. Su retirada podría beneficiar al republicano.

Kennedy Jr. apoya a Trump: ¿qué importancia tiene?

Robert Kennedy Jr. abandona su candidatura y apoya a Trump, denunciando el sabotaje demócrata. Su retirada podría beneficiar al republicano.

Si en un anterior vídeo comentaba que los terceros candidatos podrían tener más importancia que en elecciones anteriores gracias a la presencia de Robert Kennedy Jr., el escenario ha cambiado notablemente tras el anuncio de éste de abandonar la carrera electoral y apoyar a Donald Trump.

¿Por qué esta decisión? La campaña de Kennedy, hijo del fiscal general asesinado en 1968 y sobrino de JFK, llevaba tiempo denunciando que los demócratas estaban haciendo lo imposible para impedir que pudiera siquiera presentarse en muchos estados. Los autoproclamados defensores de la democracia estaban teniendo éxito en muchas de sus iniciativas legales para conseguir mantener las papeletas con el nombre de Kennedy fuera de los colegios electorales, como están haciendo también con Cornell West, que podría ser una amenaza desde la izquierda.

Visto que no iba a poder participar en igualdad de condiciones, Kennedy decidió apoyar al candidato que considera más cercano en cuestiones vitales para él, especialmente en asuntos relacionados con la sanidad. Aunque ha dedicado su carrera profesional como abogado a asuntos medioambientales, desde la epidemia del covid se ha posicionado como un destacado activista antivacunas e incluso se ha apuntado a la teoría de que las estelas que dejan los aviones son peligrosísimos compuestos químicos, los llamados chemtrails. Aunque eso pudiera sonar que choca con Trump, que siempre ha puesto como ejemplo de su buena gestión el rápido desarrollo de las vacunas, el objetivo político de Kennedy se centra más en desligar los organismos sanitarios norteamericanos de la influencia de los lobbys farmacéuticos, algo en lo que sí coinciden.

Desde que Kamala Harris sustituyera a Biden, el apoyo a Kennedy en las encuestas había descendido, lo que cabría atribuir a que parte de los demócratas que lo apoyaban habían vuelto al partido. Así que, aun cuando no lo hubiera apoyado, su retirada parece beneficiar a Trump. Pero, con todo, lo que más ayuda al republicano es que puede apuntarse tener a su lado a un Kennedy, el nombre de más rancio abolengo en el Partido Demócrata. Sumado al apoyo que ha anunciado Tulsi Gabbard, la excongresista demócrata que destrozó a Harris en las primarias de hace cuatro años, pinta a Trump como alguien mucho más capaz de aunar fuerzas con el bando contrario que Harris, que no recordemos fue en su momento la legisladora más izquierdista del Senado.

En definitiva, aunque los votos de Kennedy puedan ser decisivos, la principal ventaja es la imagen de marca que le aporta. De ahí que tanto los medios como los demócratas hayan salido en tromba a atacarlo. Incluso su propia familia. Para los Kennedy, una cosa es ser alcohólico, drogadicto o matar mujeres ahogándolas en Chappaquiddick y otra muy distinta apoyar a un republicano. Eso ya es inadmisible.

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