Han transcurrido más de 100 días desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en 2025. La tradición de evaluar los primeros 100 días de un gobernante, iniciada por Franklin Delano Roosevelt, sigue siendo un estándar global para medir el desempeño inicial. El comienzo de Trump ha estado marcado por una intensa actividad, con logros destacados pero también con reveses significativos.
Inmigración
Trump ha gobernado con un enfoque enérgico, firmando numerosos decretos para implementar cambios rápidos. Esta determinación ha sido tanto una fortaleza como un inconveniente. Por ejemplo, ha logrado avances en materia de inmigración, reduciendo significativamente el flujo de inmigrantes ilegales en la frontera con México y avanzando en la deportación de personas sin documentación. Sin embargo, varias de estas deportaciones han sido consideradas ilegales, y es probable que los tribunales las anulen, no porque esas personas tengan derecho a quedarse en Estados Unidos, sino porque el Gobierno de Trump no ha seguido los procedimientos adecuados.
Discriminación y antisemitismo
De manera similar, el presidente ha abordado problemas sistémicos en las universidades estadounidenses, como el antisemitismo y la discriminación racial y sexual. De nuevo estas iniciativas, por muy necesarias que sean, se han llevado a cabo con tal rapidez e impaciencia que no han respetado los procedimientos legales adecuados. Por ejemplo, Harvard ha demandado al gobierno por cortarle los fondos y es probable que los tribunales fallen en su favor, por más que Trump tenga toda la razón en el fondo del asunto.
Aranceles
En política económica, los aranceles impuestos por Trump han sido un tema central y polémico. Con objetivos contradictorios, estas medidas generaron incertidumbre y, tras una retractación parcial, desincentivaron la inversión. Esto contribuyó a un crecimiento económico negativo en el primer trimestre de 2025, debilitando el capital político con el que Trump asumió el cargo. Su aprobación, que superaba el 50% el 20 de enero, ha caído por debajo de este umbral en gran parte debido a la impopularidad de los aranceles, que también han tensado las relaciones con sus teóricos aliados.
Política exterior controvertida
En política exterior, el enfoque de Trump ha sido inconsistente. Su firme apoyo al gobierno de Israel ha reforzado esa alianza, pero su postura hacia Ucrania ha generado controversia. Insultos al presidente Zelenski, elogios a Vladimir Putin y la presión por un acuerdo de paz desfavorable para Ucrania han sido criticados. Aunque un reciente acuerdo sobre la explotación de tierras raras entre Estados Unidos y Ucrania ha moderado el tono, la promesa de resolver el conflicto en un día resultó ser inviable, como era de prever.
Redefinición del equilibrio de poderes
Pero el legado más significativo de estos cien días podría ser la redefinición del equilibrio de poderes en el gobierno estadounidense. La Constitución otorga al presidente el control del poder ejecutivo, pero el Congreso controla el presupuesto. Trump ha desafiado las limitaciones impuestas por ley al poder presidencial, especialmente en la gestión de agencias federales, el despido de funcionarios y los recortes a partidas de gasto aprobadas en los presupuestos del Congreso. Estas acciones han desencadenado disputas legales que tendrá que dirimir el Tribunal Supremo, definiendo los límites entre los poderes ejecutivo, legislativo y las agencias administrativas.
Aunque figuras como Elon Musk han acaparado titulares, su impacto práctico ha sido limitado en comparación con el reordenamiento de los distintos poderes del estado. Los primeros cien días de Trump han sentado las bases para un cambio estructural en la gobernanza de Estados Unidos, el primero desde los años 70, cuyos efectos se extenderán más allá de su administración. A medida que los tribunales decidan, se aclarará el alcance de su influencia y el legado de estos cien días, y del segundo mandato de Trump en general.