
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido, a través de su red social Truth, la reapertura de la prisión de máxima seguridad de Alcatraz, ubicada en una isla frente a la costa de la ciudad estadounidense de San Francisco, en California, que cerró a principios de los años sesenta y actualmente forma parte de la red de Parques Nacionales para el turismo.
Trump ha ordenado a la oficina de prisiones, al Departamento de Justicia, al FBI y Seguridad Nacional, "reabrir un Alcatraz sustancialmente ampliado y reconstruido, para albergar a los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos", según ha indicado a través de su perfil en la red social Truth Social.
"Ya no seremos rehenes de criminales, matones, y jueces que tienen miedo de hacer su trabajo y permitirnos expulsar a criminales, que entraron ilegalmente a nuestro país. La reapertura de Alcatraz servirá como símbolo de ley, orden y justicia. ¡Haremos a América grande de nuevo!", ha manifestado.

Este pequeño pedazo de tierra en medio de la Bahía de San Francisco ha sido testigo durante los últimos siglos de una historia verdaderamente sorprendente y en muchos casos cinematográfica. Su situación geográfica, a unos pocos kilómetros de la costa, en medio de la bahía, casi siempre entre la bruma o la niebla le suma un ambiente de misterio.
La isla de Alcatraz que se puede ver desde la ciudad de San Francisco los días despejados aparece mencionada por primera vez en 1775, en un documento del descubridor español Juan Manuel de Ayala que la llamó la "isla de los alcatraces", ya que alcatraz era un nombre que se utilizaba para designar a los pelícanos. Por tanto no puede extrañar encontrarse con una gran bandera de España nada más entrar al interior de la cárcel más famosa de la historia, en un lugar visible y con una pequeña leyenda para recordar a los visitantes los tiempos en los que este trozo de tierra también era España.
Después de ser un asentamiento fortificado español y tras la independencia de México, pasó a formar parte del territorio norteamericano y después de la guerra entre México y EEUU fue uno de los territorios que México debió ceder a su vencedor del norte. Pero su historia no acaba ahí ya que durante la Guerra Civil norteamericana (1861-1865) se le consideró un enclave defensivo de mucha importancia, se ordenó instalar decenas de cañones y fue utilizada como un arsenal y, posteriormente, como prisión militar.

Entre las muchas propuestas de Donald Trump desde que llegó a la presidencia de Estados Unidos, ésta, podría entrar en la lista de las más alocadas, aunque ha aclarado que se trata "solo de una idea" que ha tenido. El presidente ha afirmado que "durante demasiado tiempo" el país ha estado "plagado de delincuentes viciosos, violentos y reincidentes" que "nunca aportarán nada más que miseria y sufrimiento". Serían esos delincuentes más peligrosos a los que tendría reservada la cárcel de Alcatraz, no sin antes acondicionarla para poder vivir en ella.
Es famoso el clima desapacible de la bahía de San Francisco, con temperaturas frías casi todo el año, viento y mucha humedad. La climatología no es un detalle menor para poder alojar en sus antiguas instalaciones a los peores reos ya que sin las condiciones necesarias pasarían verdaderas calamidades en su interior. Este factor ha sido bien reflejado en la historia del cine con películas como La Fuga de Alcatraz o La Roca.
El argumento de Trump para llevar a cabo su idea ha sido plasmado en su propia red social en estos términos: "Cuando éramos una nación más seria, en tiempos pasados, no dudábamos en encerrar a los criminales más peligrosos, y mantenerlos lejos de cualquiera a quien pudieran dañar. Así s como debe ser. Ya no toleraremos más a estos delincuentes en serie que esparcen la inmundicia, el derramamiento de sangre y el caos por nuestras calles".
Alcatraz operó como prisión federal durante casi 30 años, antes de cerrar sus puertas en 1963 "porque la institución era demasiado cara para seguir operando". Actualmente la penitenciaría es un museo y una de las mayores atracciones turísticas de San Francisco pudiendo ser visitada casi a diario, en ferry desde el muelle 33 de la ciudad. El recinto está gestionado por el Servicio Nacional de Parques dentro de la Golden Gate National Recreation Area.