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En torno a Obama, la Clinton y el progre conservador

Prometo en mi próxima entrada ser más breve, pero hoy -que es domingo- aprovecho. Los goles de Robinho vistos a siete mil kilómetros animan mucho. En fin, al grano. Hace un par de días, David Jiménez acertaba al contarnos aquí mismo su experiencia en el debate de Obama al que asistió. Esa notable fascinación del público asistente se corresponde, efectivamente, con la realidad de lo que se observa a lo largo y ancho de EEUU. Son, como ya explicamos irónicamente en Diario de América, una especie de “orbasmos” por la figura de Obama, a quien ya calificaron en el LA Times de "negro mágico". Pero Obama no es mágico, ni tampoco es la solución para la América del siglo XXI. En un vídeo de Obama, de apenas un minuto de duración, el senador de Illinois intenta explicar su proyecto. Al verlo, es fácil entender las razones por las que no resulta nada recomendable que este individuo ocupe la Casa Blanca, si es que -como nos cuentan- será el nominado por los Demócratas.
La prueba del algodón para conocer a Obama es preguntarse cuáles han sido sus iniciativas legislativas desde que llegó al Senado de los EEUU. La respuesta es simple: ninguna. El movimiento Obama no se basa en ideas –como sí lo es en el lado republicano, por ejemplo, el movimiento de un candidato como Ron Paul (aunque a éste se le haya silenciado lamentablemente). Lo de Obama es –para muchos de sus seguidores- una especie de religión secular donde no existe un análisis ideológico serio y donde lo que impera es la pasión desenfrenada ante la imagen casi sacralizada de la figura de Obama, joven y negro. Ahí entra la llamada “culpa blanca”, ese complejo tan extendido y del que tan bien escribió Shelby Steele, autor éste que recomiendo también por su interesante libro sobre Obama, de necesaria lectura para entender el fenómeno y comprender la carencia de posicionamientos reales de la mascarada carnavalesca que es este "Obama for President".

Más allá de la detallada argumentación de Shelby Steele, hay a mi juicio una manera práctica de ver dónde está realmente Obama: primero: mirar con objetividad cuáles son sus propuestas reales; segundo: seguir en directo sus discursos televisados; tercero: leer luego a solas y en papel esos mismos discursos. El sangrante contraste entre la realidad y la apariencia prueba la falta de sustancia en las ideas de este candidato. Sus posiciones generales resultan estremecedoras, tanto en el ámbito de política interior (elevación del gasto público y desarrollo de políticas regulatorias antiliberales, estatismo, subida de impuestos…) como en la política exterior (diálogo con las tiranías, apaciguamiento y repetición de los errores de Vietnam). Hasta Angelina Jolie parece saber más de Irak que el propio Obama…. En suma, que el descalabrado ideario de Obama –si es que se puede llamar así- palidece y hasta hace casi buena a  Hillary Clinton en el lado Demócrata.
Hablando de Hillary, en casi todos los medios de comunicación la dan ya por perdedora, cuando no por muerta. Nada nos gustaría más a los conservadores que así fuera; y no por Obama, sino por ver así finiquitada de una vez por todas la infame dinastía de los Clinton controlando la siempre falaz maquinaria Demócrata. Pero algunos no hemos dado todavía a Hillary por muerta hasta que ella no pierda por completo las primarias del martes en Texas y en Ohio… y lo mismo las de Pennsylvania el próximo abril. Los Clinton suelen resucitar. Darlos por muertos suele ser contraproducente.
Entretanto, y al otro lado de la batalla, John McCain sigue haciendo de las suyas. Si ya de por sí, las alianzas del setentón senador y sus acciones legislativas confunden mucho a la base votante conservadora, sólo faltaba ahora que encima hasta se equivoque en la terminología política –como hizo el jueves pasado en Texas- y McCain mismo se confiese orgullosemente progre conservador. Al parecer, la lengua y el subconsciente le jugaron una mala pasada al senador...
La realidad que uno percibe es que nunca como hasta ahora había estado tan mal el plantel de candidatos a la presidencia de EEUU. Pero nunca como hasta ahora tampoco había estado EEUU tan necesitado de claridad de ideas para los próximos cuatro años por parte de quien ocupe la Casa Blanca. Esa es la tragedia de nuestro tiempo. La muerte hace unos días del gran William F. Buckley, Jr. deja detrás un legado ideológico conservador ejemplar: uno que el futuro presidente norteamericano haría bien en consultar, en especial John McCain. De Obama y de la Clinton no puede esperarse casi nada... Menos mal que de Robinho, sí.

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comentarios
1 Rowen, día

Eso es lo que señala Otero Novas en "Los nuevos cesarismos", estamos entrando en una época distinta pero a la vez conocida, eternos-retornos. Lo que puede frenar a Barack Osama sería Huckabee, porque lo suyo es una motivación de sentimiento junto a las ideas tradicionales, conservadoras, una música auténtica que oponer a la música de secta del otro. Pero "cabezón" McCain no sabemos si le ofrecerá una candidatura de integración a Huckbaee donde éste fuese el futuro vicepresidente. Entre ambos se complementarían porque la gente quiere también sentirse segura y como decía Mark Steyn lo bueno de McCain es que te lo imaginas avanzando por una calle polvorienta con la estrella de hojalata en la solapa. También está por ver que "Billary" salga derrotada.

2 Rowen, día

(quería decir el tema de los nuevos cesarismos en "El retorno de los Césares" de Otero Novas)

3 Eczeo, día

Felicidades a los 3 blogueros que nos cuentan los pormenores de la campaña americana. Muchas gracias por hacernos ver que la mediocridad zapateril no es exclusiva de España. Eso consuela. A ver si nos consolamos completamente el próximo 9 de marzo. Y sí, ver cómo El Madrid gana y el Barça pierde se ha convertido en una pequeña alegría para los madridistas y para los que, como yo, antes de tanto nacionalismo éramos del Barça. Saludos y seguid así, por favor.

4 GorkaLT, día

¿Robinho? Veo mucho merengón por aquí :) Balompié aparte, estoy de acuerdo con el análisis que haces, indicando el escaso sustrato ideológico sobre el que se asienta la figura de Obama y sus seguidores. Tal y como estudia la psicología política, Obama es el clásido "líder Flautista de Hamelin", es decir, aquel que promete irrealidades, pero que tiene gancho y fundamenta su actuación política en despertar emociones. En mi opinión, Obama es un experto en tales cuestiones y la Clinton lo tiene muy, pero que muy, mal para poder ganarle. Sin embargo, creo que la discusión debe adelantarse. Caso de producirse la victoria de Obama y ser proclamado el candidato presidencial demócrata, ¿qué posibilidades tiene ante el futurible McCain? Un saludo a todos.

5 xaviqaz, día

Según Rasmussen McCain es el mejor valorado de los tres y hay más americanos que confían en él para gestionar defensa y economía. Sin embargo Obama gana en casi todos los sondeos. Me gusta que tanto tú como David Jiménez nombreis a Ron Paul y lamenteis el trato que ha recibido del MSM. Pero, ¿no es contradictorio defender a la administración Bush y al actual Partido Republicano y a la vez hablar bien que quien pretende revolucionar la política exterior y monetaria? Por cierto, Paul sigue en la carrera presidencial, organizará una marcha sobre Washington y tiene intención de que se le escuche en la convención nacional.

6 LaGata, día

Alcaráz en Marbella. El próximo martes. día 4, a las 20,30 horas, Fco. José Alcaráz pronunciará una conferencia en el hotel El Fuerte de Marbella, sobre el tema: "ETA presente en las elecciones del 9-M" Os agradecemos a todos vuestra asistencia.

7 aah, día

Bueno, tengo que tragarme algunas palabras que dije el otro día en este blog. Es verdad que de los tres, McCain sigue siendo "el menos peor", pero me vuelvo a encontrar con la misma hipocresía de que hablaba en relación a Obama y Farrakhan, esta vez en el bando contrario: sale el infame John Hagee declarando su apoyo a McCain, y éste sólo dice que "denuncia sus posiciones". Váyanse a paseo todos juntos de una vez. Al igual que Farrakhan y el judaísmo, el pastor evangélico Hagee se ha dedicado a hablar a diestro y siniestro sobre lo que el considera que son religiones "alarmantes", y se dedica principalmente a decir barbaridades sobre la católica, a la que ha regalado adjetivos como "sistema de culto falso" o "el anticristo" (a la Iglesia Católica, además de llamarla "apostasía total", la denomina amablemente "la gran ramera de las iglesias", todo muy edificante). ¿Y qué ha dicho Mccain? Pasen y lean: "Ayer, el Pastor John Hagee apoyó en San Antonio, Texas, mi candidatura a la presidencia. No obstante, en forma alguna he querido yo que se deduzca de tal apoyo que, a mí vez, estoy de acuerdo con los puntos de vista del Pastor Hagee, los cuales obviamente no comparto. Espero que los católicos, protestantes y gentes creyentes en general que comparten conmigo mi visión de lo que será América en el futturo... bla, bla, bla." (No sigo traduciendo, seguro que todo el mundo se hace idea... vamos, ninguna idea nueva bajo el sol. Es decir, otra vez estamos en el "por un puñado de votos". Shame on you, McCain. Obviamente la religión importa y mucho en estas elecciones, cuando lo que debería debatirse es una serie de asuntos que están machacando a la nación, como el hecho de que ya apenas producimos nada, porque la China lo hace por nosotros o cómo se cae a pedazos el mercado inmobiliario. En fin, empezar y no acabar.

8 aah, día

Conclusión, que no cabía en el anterior post: De acuerdo al ciento por ciento con Alberto: candidatos melindrosos, puro humo, "líderes" que no tienen ni una idea medianamente brillante, con la que está cayendo. Al final, y si no, al tiempo, tendremos que recurrir de verdad a la religión y poner una velita para que Dios nos ilumine, porque con esta panda de iluminados vamos listos.