Honores militares a cargo de un piquete de la Guardia Suiza, y una audiencia de especial relevancia para Mariano Rajoy, declarado católico y convencido de la importante labor social y educativa que hace la Iglesia en España, más en tiempos de crisis. Precisamente por ello, en la reunión privada que mantendrá con el papa Francisco este lunes en el Vaticano, el presidente le mostrará su "plena disposición" para consolidar las relaciones entre ambos Estados, en el marco de los acuerdos vigentes, después de las fricciones surgidas en la época socialista.
La reunión ha sido preparada con esmero. Cabe recordar que es el primer despacho que el Santo Padre concede a un jefe de Gobierno europeo, y que los esquemas utilizados por Benedicto XVI podrían sufrir modificaciones.
Rajoy, que también se verá con el secretario de estado del Pontífice, Tarcisio Bertone, acude a la cita con un propósito muy claro: intentar cerrar una fecha para que Francisco acuda a España. La petición ya se la hizo el Príncipe Felipe en la ceremonia de inicio del Ministerio Petrino, y Rajoy insistirá en su deseo de que visite "lo antes posible nuestro país", según fuentes gubernamentales.
Encima de la mesa, también, un análisis del contexto internacional, en especial sobre América Latina. Temas como "la paz, el desarrollo, los derechos humanos y la cohesión social" serán tratados entre el Papa y Rajoy, que volverá a reiterar su satisfacción por "la elección del primer jesuita, cuya orden está tan vinculada a España".