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Feministas radicales agreden al presidente de la Conferencia Episcopal de Bélgica

El arzobispo de Bruselas, monseñor Leonard, se proponía impartir una conferencia. Su respuesta ante la agresión fue encomiable.

El arzobispo de Bruselas, monseñor Leonard, se proponía impartir una conferencia. Su respuesta ante la agresión fue encomiable.

El grupo feminista Femen, uno de los más activos y violentos, ha incrementado sus ataques a la Iglesia Católica en los últimos meses. Su última acción ha sido atacar al arzobispo de Bruselas y primado de Bélgica, monseñor Andre Leonard, un obispo valiente que se ha caracterizado por su apuesta por el debate con el contrario.

El prelado belga se disponía a impartir una conferencia en la Universidad Libre de Bruselas sobre un tema de lo más actual, a tenor del posterior ataque: "La blasfemia, delito o libertad de expresión", cuando se produjo el triste suceso.

En ese momento, cuatro mujeres de este grupo extremista se acercaron repentinamente al arzobispo con el torso desnudo y con lemas pintados en él. Tras acosarle y gritarle comenzaron a arrojarle lo que supuestamente debía ser agua bendita. Estas mujeres interrumpieron el acto al grito de "estoy harta de Leonard", "Stop Homofobía" o "Dios salve a las tortilleras".

Antes de que los servicios de seguridad pudieran reaccionar las feministas abandonaron el lugar con el deber cumplido aunque quizás sin la respuesta esperada por parte del obispo Leonard. Lejos de responder, reaccionar o huir, el primado de Bélgica ni se inmutó ante el ataque, mantuvo la calma ante la agresión e hizo un acto encomiable. Apreció que el agua que le arrojaban iba en una botella con la forma de la Virgen María típica del santuario de Lourdes. Al reconocer una de ellas la cogió y la besó.

Los antecedentes de este grupo radical

Esta es sólo una más de las acciones que Femen está perpetrando en los últimos meses contra miembros o símbolos de la Iglesia Católica. El más sonado se produjo a mediados del mes de febrero cuando ocho mujeres de este grupo radical profanaron la catedral de Notre Dame en París para celebrar la renuncia de Benedicto XVI.

Igualmente semidesnudas hicieron sonar tres de las nuevas campanas que se exhibían en el interior del templo mientras gritaban en inglés lemas como "no más papa", "no a la homofobía" o "crisis de fe". Este grupo fue detenido por profanación, asalto y agresión.

Leonard, víctima de agresiones

El referente de la Iglesia Católica en Bélgica ha sido víctima de varios ataques en los últimos años por parte de grupos laicistas, feministas y del lobby gay. En 2010, un individuo accedió a la iglesia en la que este obispo presidía una misa y mientras la oficiaba le estampó una tarta en la cara.

Meses más tarde, el propio Leonard fue agredido con otros cuatro tartazos cuando participaba en una conferencia en Lovaina. Uno de ellos lo recibió antes de la conferencia y los otros tres mientras disertaba. Los agresores se justificaron afirmando que el obispo se lo merecía "por todos los homosexuales que no se atreven a decírselo a sus padres y por todas las jóvenes que quieren abortar".

Bélgica, a la vanguardia en el laicismo radical

La tranquila reacción de monseñor Leonard ante el ataque podría entenderse a tenor del clima laicista que impregna a Bélgica. Este país, corazón de la Europa tradicionalmente cristiana, se ha convertido en la vanguardia de la eliminación de la presencia de Dios en cualquier espacio público mientras crecen las cesiones al islam.

El último hecho relevante ha sido la eliminación de los nombres cristianos de las vacaciones escolares, decisión tomada por el gobierno para la comunidad francófona de Bélgica. A partir de ahora, las vacaciones de Semana Santa o Navidad pasarán a llamarse de primavera o invierno.

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